Como decíamos en nuestro artículo de ayer intitulado
“Ni Su Sanchidad, ni Sor Yolanda”, estos dos sujetos, y otro muchos, muchas y
“muches” del desgobierno, nada comentaron sobre el asesinato de Fernando
Villavicencio, candidato a la presidencia de Ecuador.
Estos sujetos, sujetas y “sujetes” tampoco dicen nada,
callando como zorros, zorras y “zorres”, cuando una mujer es asesinada por su
pareja de nacionalidad distinta a la española, como ocurrió con la mitad de los
crímenes cometidos desde el comienzo de este verano por hombres de Irlanda, de
China, de Marruecos, de Siria, de Colombia, Ecuador, etc. Tal parece que cuando
estos extranjeros actúan, ya no hay “violencia machista”. El Ministerio de Igualdad
para eso está, oiga.
¿Por qué no se comentó nada del asesinato de una mujer
en Hospitalet (Barcelona) a manos de un colombiano, como tampoco se dice nada
de la mujer asesinada en Utrera (Sevilla) a manos de un ecuatoriano, o de la
también asesinada en Logroño por un sujeto sirio? ¿Y qué dicen del marroquí que
degolló a su pareja en Almería?
En fin, el asunto se comenta cuando actúan los
“otros”, pero cuando actúan los “hunos”, caca de la vaca flaca.
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