miércoles, 30 de agosto de 2023

Religión cristiana, perseguida y odiada ( I I I )


 

George Orwell en su obra “Homenaje a Cataluña”, Editorial Seix Barral, S.A., 1985, 231 páginas, libro que comentaremos próximamente, escribía:

“Las iglesias eran saqueadas en todas partes y como la cosa más natural del mundo”

Ante las elecciones de febrero de 1936, el alcalde de Alicante dijo en un mitin:

“El 16 de febrero no dejéis votar a las beatas ni a las monjas: cuando veáis a alguien que lleva en la mano una candidatura de derechas, cortarle la mano y rompérsela en las narices y se la hacéis comer”.


En un mitin celebrado en Valencia el 5 de marzo de 1937, el entonces secretario general de la II Internacional, José Díaz Ramos, declaraba:

“En las provincias en que gobernamos, la Iglesia no existe. España ha sobrepasado en mucho la obra de los soviets, porque la Iglesia en España está aniquilada”,


El líder del POUM, Andreu Nin, declaraba en el periódico “La Vanguardia” el 2 de agosto de 1936:

“La clase obrera ha resuelto el problema de la Iglesia sencillamente no dejando en pie ni una siquiera”.


Este mismo personaje declaraba pocos días después (8 de agosto) en un mitin que había muchos problemas en España. El problema de la Iglesia nosotros lo hemos resuelto totalmente, yendo a la raíz: hemos suprimido los sacerdotes, las iglesias y el culto”.


El reciente homenajeado Lluis Companys, Presidente de la Generalitat de Cataluña, declaraba en agosto de 1936 ante la posibilidad de restablecer el culto católico:

“¡Oh!, este problema no se plante siquiera, porque todas las iglesias han sido destruidas”.


Sobre la tal posibilidad también se pronunciaba el periódico “Solidaridad Obrera” en mayo de 1937:

“¿Qué decir restablecer la libertad de cultos? ¿Qué se puede volver a decir misa? Por lo que respecta a Barcelona y a Madrid, no sabemos dónde se podrá hacer esta clase de pantomimas. No hay un templo en pie ni un altar donde colocar un cáliz”.


El que fuera dirigente del PNV y ministro con Largo Caballero y también ministro del gabinete de Negrín, Manuel de Irujo, presentó un memorando en Valencia el 9 de enero de 1937 sobre la persecución religiosa. No lo reproducimos por falta de espacio. Es, sencillamente, espeluznante.

El embajador francés Eric Pierre Labonne, presentó un informe a su ministro de Asuntos Exteriores el 16 de febrero de 1938 sobre la persecución religiosa. Tampoco lo reproducimos por falta de espacio. Es tan espeluznante o más que el de Irujo.


Radio Barcelona lanzaba en julio de 1936 el siguiente mensaje:

“Hay que destruir la Iglesia y todo lo que tenga rastro de ella ¿Qué importa que las iglesias sean monumentos del arte? El buen miliciano no se detendrá ante ellos”.

En julio de 1936 se podía leer en “Solidaridad Obrera”:

“No queda ninguna iglesia ni convento en pie, pero apenas han sido suprimidos de la circulación un dos por ciento de curas y monjas. La hidra religiosa no ha muerto. Conviene tener esto en cuenta y no perderlo de vista para ulteriores objetivos”.

El 17 Julio de 1936 publicaba “La Traca” (Valencia) una pregunta que el mismo periódico respondía. Decía así:

“¿Qué haría usted con la gente de sotana? Ahorcar a los frailes con las tripas de los curas”.

El diario “El Socialista” publicaba el 15 de agosto de 1936 lo siguiente:

“Hay que extirpar a esa gente. La iglesia ha de ser arrancada de cuajo”.


“L’Esquella de la Torratxa”, publicación catalana de la época, decía lo siguiente en julio de 1937:

“¡Ya vivimos tranquilos porque hemos matado a todos los curas, a todos los que parecían curas y a todos los que nos parecían curas!”


Sobre la sublevación en Asturias, decía el republicano Gregorio Marañón:

“La sublevación de Asturias de octubre de 1934 fue un intento en regla de ejecución del plan comunista de conquistar España”. El historiador Raymond Karr también comentaba al respecto: Lo de Asturias fue el preludio para las más amplias resonancias y divisiones de julio de 1936”

Y para terminar esta tercera entrega, reproducimos un comentario publicado en Pravda en agosto de 1939 donde queda reflejado el espíritu antirreligioso del marxismo. Decía así:

“No es preciso demostrar que a un sistema educativo comunista de los trabajadores de la URSS uno de los primeros puestos debe ser ocupado por la lucha contra las supervivencias religiosas. . . La propaganda antirreligiosa constituye una parte imprescindible de nuestra ordinaria propaganda del marxismo leninista. . . Muchos órganos soviéticos no comprenden que la propaganda antirreligiosa en nuestro país tiene un carácter estatal”.


Hacemos esta reproducción porque después de todo lo visto, aún quedan mentes subhumanoides que dicen y escriben que el asesinato del clero y la quema de conventos durante la II República Española, fue una provocación monárquica pagada por la oligarquía para sublevar al pueblo contra el régimen republicano. Sin comentarios.

¿Figurará todo esto en la “memoria democrática” de “Su Sanchidad” y de Sor Yolanda ¿Le comentarían algo de esto al Papa Francisco cuando lo visitaron?

Continuará.



 

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