George Orwell en su obra “Homenaje a Cataluña”, Editorial Seix
Barral, S.A., 1985, 231 páginas, libro que comentaremos próximamente, escribía:
“Las iglesias eran saqueadas en todas partes y como la cosa más natural del mundo”
Ante las elecciones de febrero de 1936, el alcalde de Alicante dijo en un mitin:
“El 16 de febrero no dejéis
votar a las beatas ni a las monjas: cuando veáis a alguien que lleva en la mano
una candidatura de derechas, cortarle la mano y rompérsela en las narices y se
la hacéis comer”.
En un mitin celebrado en Valencia el 5 de marzo de 1937, el entonces secretario
general de la II Internacional, José Díaz Ramos, declaraba:
“En las provincias en que
gobernamos, la Iglesia no existe. España ha sobrepasado en mucho la obra de los
soviets, porque la Iglesia en España está aniquilada”,
El líder del POUM, Andreu Nin, declaraba en el periódico “La Vanguardia” el 2
de agosto de 1936:
“La clase obrera ha resuelto
el problema de la Iglesia sencillamente no dejando en pie ni una siquiera”.
Este mismo personaje declaraba pocos días después (8 de agosto) en un mitin que
“había
muchos problemas en España. El problema de la Iglesia nosotros lo hemos
resuelto totalmente, yendo a la raíz: hemos suprimido los sacerdotes, las iglesias
y el culto”.
El reciente homenajeado Lluis Companys, Presidente de la Generalitat de
Cataluña, declaraba en agosto de 1936 ante la posibilidad de restablecer el
culto católico:
“¡Oh!, este problema no se
plante siquiera, porque todas las iglesias han sido destruidas”.
Sobre la tal posibilidad también se pronunciaba el periódico “Solidaridad
Obrera” en mayo de 1937:
“¿Qué decir restablecer la
libertad de cultos? ¿Qué se puede volver a decir misa? Por lo que respecta a
Barcelona y a Madrid, no sabemos dónde se podrá hacer esta clase de pantomimas.
No hay un templo en pie ni un altar donde colocar un cáliz”.
El que fuera dirigente del PNV y ministro con Largo Caballero y también
ministro del gabinete de Negrín, Manuel de Irujo, presentó un memorando en Valencia
el 9 de enero de 1937 sobre la persecución religiosa. No lo reproducimos por
falta de espacio. Es, sencillamente, espeluznante.
El embajador francés Eric
Pierre Labonne, presentó un informe a su ministro de Asuntos Exteriores el 16
de febrero de 1938 sobre la persecución religiosa. Tampoco lo reproducimos por
falta de espacio. Es tan espeluznante o más que el de Irujo.
Radio Barcelona lanzaba en julio de 1936 el siguiente mensaje:
“Hay que destruir la Iglesia
y todo lo que tenga rastro de ella ¿Qué importa que las iglesias sean monumentos
del arte? El buen miliciano no se detendrá ante ellos”.
En julio de 1936 se podía
leer en “Solidaridad Obrera”:
“No queda ninguna iglesia ni
convento en pie, pero apenas han sido suprimidos de la circulación un dos por ciento
de curas y monjas. La hidra religiosa no ha muerto. Conviene tener esto en
cuenta y no perderlo de vista para ulteriores objetivos”.
El 17 Julio de 1936
publicaba “La Traca” (Valencia) una pregunta que el mismo periódico respondía.
Decía así:
“¿Qué haría usted con la
gente de sotana? Ahorcar a los frailes con las tripas de los curas”.
El diario “El Socialista”
publicaba el 15 de agosto de 1936 lo siguiente:
“Hay que extirpar a esa
gente. La iglesia ha de ser arrancada de cuajo”.
“L’Esquella de la Torratxa”, publicación catalana de la época, decía lo
siguiente en julio de 1937:
“¡Ya vivimos tranquilos porque
hemos matado a todos los curas, a todos los que parecían curas y a todos los
que nos parecían curas!”
Sobre la sublevación en Asturias, decía
el republicano Gregorio Marañón:
“La sublevación de Asturias
de octubre de 1934 fue un intento en regla de ejecución del plan comunista de
conquistar España”. El
historiador Raymond Karr también comentaba al respecto: “Lo de Asturias fue el preludio
para las más amplias resonancias y divisiones de julio de 1936”
Y para terminar esta
tercera entrega, reproducimos un comentario publicado en Pravda en
agosto de 1939 donde queda reflejado el espíritu antirreligioso del marxismo.
Decía así:
“No es preciso demostrar que
a un sistema educativo comunista de los trabajadores de la URSS uno de los
primeros puestos debe ser ocupado por la lucha contra las supervivencias
religiosas. . . La propaganda antirreligiosa constituye una parte imprescindible
de nuestra ordinaria propaganda del marxismo leninista. . . Muchos órganos
soviéticos no comprenden que la propaganda antirreligiosa en nuestro país tiene
un carácter estatal”.
Hacemos esta reproducción porque después de todo lo visto, aún quedan mentes
subhumanoides que dicen y escriben que el asesinato del clero y la quema de conventos
durante la II República Española, fue una provocación monárquica pagada por la
oligarquía para sublevar al pueblo contra el régimen republicano. Sin
comentarios.
¿Figurará todo esto en la “memoria
democrática” de “Su Sanchidad” y de Sor Yolanda ¿Le comentarían algo de esto al
Papa Francisco cuando lo visitaron?
Continuará.
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