Como ya saben, aquella república estaba prácticamente en manos de los comunistas, pero con una cosa curiosísima: todos ellos temían a Santiago Carrillo.
A tal efecto, en las páginas 110 y 11 del libro “Con la piel de cordero”( I ), autor Josele Sánchez, Editorial Círculo Rojo, noviembre 2014, 514 páginas, se lee:
“Pepe Díaz, Secretario General del PCE, Dolores Ibarruri Pasionaria, Enrique
Líster, Jesús Hernández, Antonio Uribe, Juan Delicado, Domingo Ungría y la
totalidad de los miembros del Comité Central del partido, temen más a Carrillo
que a ser detenidos por los fascistas. Hasta el embajador ruso, Marcel
Rozenberg, es consciente del cuidado que debe tener con Santiago Carrillo si
quiere seguir manteniendo su puesto y las prebendas de las que disfruta en
Madrid, por lo que no duda en consultar al veinteañero, como si de su superior
directo se tratase, cualquier toma de decisión importante en su actividad
diplomática.
Así que, pese a las cínicas sonrisas públicas que muestran los máximos
dirigentes del PCE y para su silenciosa desesperación, su indignación contenida
y su rabia, el imberbe y jovencísimo Santiago Carrillo obrará por cuenta
propia en su nuevo cometido como consejero de Orden Público de la Junta de Defensa
de Madrid, no obedecerá consigna alguna, ni actuará bajo la férrea disciplina
de su nueva condición de militante del Partido.
Todos en el Comité Central y en el Buró Político del Partido Comunista de
España, más que intuir saben a quién rinde cuentas directamente el recién
llegado Santiago Carrillo y nadie va a atreverse a cuestionarlo”.
Pero, claro, oiga, este sujeto ha luchado por la democracia desde las filas del
comunismo, según manifestó en su día un alcalde de cierta ciudad asturiana,
perteneciente al híbrido, desnortado y sin ideas PP.
¿Figurará algo de esto en la “memoria democrática” de “Su Sanchidad” y de Sor Yolanda?
( I ).- Este libro lo comentaremos próximamente.
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