viernes, 18 de agosto de 2023

La tele-porquería


 

Ya no es tele-basura, sino tele-porquería. Y decimos esto porque ahora, en esta España gobernada por “Su Sanchidad” y su “complexo”, el “ente” tiene como premisas dos ofertas carroñeras. A saber: la sangre y el morbo.

Los jerifaltes de dicha tele-porquería tienen, desgraciadamente para este país, más predicamento que los catedráticos, que los filósofos e incluso  muchísimo más que los libros. Esto último es lógico en una nación que no lee.


Hay canales que son de auténtica vergüenza: brujos, hechiceros, quiromantes, nigromantes, adivinadores del provenir, carteristas de la mente, “rapeles”, etc, etc, campan por sus respetos, creando unos valores falsos que sustituyen a los verdaderos.


A pesar de que hay algunas protestas y clamores, este imperio audiovisual sigue su camino porque está controlado y “marioneteado” por ya sabemos quién. No vale que se proteste para que haya moderación, decoro y respeto: los cadáveres, las bragas, los tabalarios, la sangre, la droga, la chabacanería, la mugre, etc, siguen infectándolo todo.


Parece ser que la violencia es el nuevo becerro de oro. No hay nada más que ver las horas que se pasan los adolescentes ante el televisor ¿Cuántos actos violentos ven estos muchachos y cuántas horas pasan ante el “ente”? Seguro que muchas más de las que pasan no ya en el colegio, sino en los estudios.


En fin, solucionar esto en estos precisos momentos, no parece fácil, salvo que los que mangonean al “ente” se den cuenta de su gran responsabilidad social y que, en nombre de la tan cacareada libertad, se dejen de bestializar al país.

 

Pero, claro, oiga, esto seguro que no lo van a hacer.



 

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