Como decíamos en las anteriores entregas, vamos a dedicar varias exponiendo comentarios, hechos, citas y frases de libros y de periódicos, que omiten los “historieteros bienpagaos” de lo políticamente correcto, sobre la República y Guerra Civil de España.
Uno de los párrafos que mejor describen la revolución de Octubre de 1934, fue obra de un verdadero republicano: Melquíades Álvarez, vilmente asesinado, junto con otros, en la Cárcel Modelo madrileña. Tal párrafo, que transcribimos a continuación, es omitido por los “historieteros”. Dice así:
“En
el desarrollo de la revolución se cometieron crímenes de tal ferocidad que con
sólo recordarlos el sentimiento de piedad se ahuyenta de las almas más
generosas y clementes.
El
derramamiento de sangre cuesta muchas lágrimas e inquietudes, pero por encima
de la sensibilidad está el interés de España. Que los delitos no queden
impunes: al cumplir la ley se sirven los intereses de la República y de España”.
Obviamente, de esto, los de la internacional de la mentira, del odio y del
terror, no quieren saber nada.
Visión distinta nos la ofrece la socialista Margarita
Nelken (en imagen con el “Lenin español”) en su obra “Por qué hicimos la revolución”, Ediciones Sociales Internacionales,
Barceolna 1936, 283 páginas, cuando escribe, refiriéndose a la revolución aquí
en Asturias:
“No
admite parangón con ninguna revolución, ni burguesa, ni proletaria, y basta que
eso sea un hecho incontrovertible para que el proletariado, no ya sólo de
España, sino de todos los países, se crea con derecho a organizarse
revolucionariamente para conquistar, por la capacidad de organización
revolucionaria de que ha dado prueba Asturias, el poder, que sólo
insurreccionalmente habrá de lograr para una liberación definitiva, que
únicamente por ese medio puede ser una realidad”.
No hacemos ningún comentario sobre este párrafo, ya
que se comenta por sí solo.
Esta “sujeta” no comenta nada de que, además de
militares, cientos de civiles fueron vilmente asesinados por los
revolucionarios de sus amores. Tampoco habla de los enormes daños materiales
que sufrió Oviedo en muchos edificios, tales como la Universidad, la Cámara
Santa, la Audiencia, el Teatro Campoamor y un largo etc.
¿Figurará esto en la “memoria democrática” de “Su
Sanchidad” y de Sor Yolanda?
Continuará.
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