Bajo nuestra modesta opinión “La República”, de Platón y “España invertebrada”, de José Ortega y Gasset, son dos obras de las que se puede echar mano para comprender muchas cosas e, incluso, para solucionarlas.
Como se recordará, en la “República” platónica se
defendía que el gobierno estuviese en manos de las personas más preparadas,
porque si dicho gobierno caía en manos de ineptos, ignorantes, badulaques y cenutrios, como
ha ocurrido en estos últimos años en España, el resultado sería desastroso,
como así fue.
Ortega y Gasset, por otra parte, en su obra “España
invertebrada”, decía que la nación es como "una masa humana organizada,
estructurada por una minoría de individuos selectos", queriendo decir
con esto que si los dirigentes, entiéndase políticos, carecen de toda
excelencia, la decadencia está servida.
Refiriéndose concretamente a España, decía Ortega que
los problemas aumentarían si a la vez el mal se encontraba “en el corazón y
en la cabeza de casi todos los españoles”. Pero claro, oiga, ahora los
problemas se resuelven, con comisiones de expertos, de labor parlamentaria, de
investigación, bicamerales, especiales . . . yendo los asuntos posteriormente al
pleno y después al ejecutivo y a una comisión multisectorial, con lo que se
crea un diálogo que resolverá todos los problemas, oiga.
Resumiendo: los problemas en los que estamos inmersos,
por mor de una desastrosa administración, siguen sin resolverse. El silencio
sobre tales problemas no tiene nombre. Ya decía Miguel de Unamuno que “a veces,
el silencio es la peor mentira”.
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