Como ya sabrán, la vicepresidenta Carmen Calvo dijo, refiriéndose a la factura de la luz que “el temazo no es a qué hora se plancha, sino quién plancha”, ni a qué hora se pone la lavadora, sino quién la pone. Para empezar, diremos que la palabra temazo no viene en el Diccionario de la RAE.
Decir lo que dijo esta sujeta, sujeto o “sujete” sobre
la subida eléctrica, es una auténtica majadería, estupidez, sandez, gansada, o
como quieran ustedes llamarlo, propia de una mente de un ser badulaque, bausán,
cenutrio, fementido, etc, etc.
La verdad es que para cualquier persona que tenga la
suerte de trabajar, es un desatino y un tanto absurdo que después de la jornada
laboral tenga que poner la campanilla a las dos de la mañana para salir del
catre o de la cama, y poner la lavadora, el lavavajillas, la aspiradora, la
cocina eléctrica, la licuadora, la batidora o la plancha eléctrica. La pregunta
parece obvia: ¿se levantará la vicepresidenta, así como toda la nomenclatura de
este desgobierno, a esta hora para poner en marcha todos estos
electrodomésticos? Lo que tiene que hacer dicho desgobierno es poner un precio
a la corriente eléctrica que sea accesible a todos los españoles para no darse
estos madrugones, oiga.
Y para terminar, decirle a esta sujeta que el
“temazo”, mejor dicho los “temazos” son, entre otras cosas, la espantosa crisis económica en la que
estamos inmersos, el paro, así como el tema “coronavírico”, el asunto de
Marruecos y la no llegada de los fondos europeos porque la UE no se fía de este
desgobierno que tenemos.
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