martes, 15 de junio de 2021

Poesía del Siglo de Oro, Los mejores romances de la lengua castellana y Rimas y Leyendas de Bécquer ( V I I I )


 


Continuamos con los libros “Poesía española del Siglo de Oro”, Ediciones 29, Madrid 1990, 113 páginas, "Los mejores romances de la lengua castellana", Edicomunicación, S.A., 1999, 256 páginas, y “Gustavo Adolfo Bécquer. Rimas y Leyendas”, Editorial EDIMAT LIBROS (Ediciones y Distribuciones Mateos), Madrid 1999, 317 páginas incluido “Índice”.

En la página 24 del primer libro se lee una poesía de Garcilaso de la Vega intitulada “Canción”. Dice así:

“Danubio, río divino,

que por fieras naciones

vas con tus claras ondas discurriendo,

pues no hay otro camino

por donde mis razones

vayan fuera d’aquí sino corriendo

por tus aguas y siendo

en ellas anegadas,

si en tierra tan ajena,

en la desierta arena,

d’alguno fueran a la fin halladas,

entiérrelas siquiera

porque su erro s’acabe en tu ribera”.

En las páginas 77 y 78 del segundo libro, se lee un romance intitulado “Romance de Julianesa”. Dice así:

“¡Arriba, canes, arriba!

¡Que mala rabia os mate!

En jueves matáis el puerco

y en viernes coméis la carne.

¡Ay, que hoy hace los siete años

que ando por aqueste valle!

pues traigo los pies descalzos,

las uñas corriendo sangre,

pues como las carnes crudas,

y bebo la roja sangre,

buscando a Julianesa,

la hija del emperante,

pues me la han tomado moros

mañana  de Sant Juan,

cogiendo rosas y flores

en un vergel de su padre.-

 

Oídolo ha la Julianesa,

 

que en brazos del moro está;

 

las lágrimas de sus ojos,

 

al moro dan en la faz”.

 

En el tercer libro, en las páginas 36 y 37 se lee la Rima V I I I. Dice así:

“Cuando miro el azul horizonte

Perderse a lo lejos,

A través de una gasa de polvo dorado e inquieto,

Me parece posible arrancarme

Del mísero suelo,

Y flotar con la niebla dorada

En átomos leves

Cual ella deshecho.

Cuando miro de noche en el fondo

Oscuro del cielo

Las estrellas temblar, como ardientes

Pupilas de fuego,

Me parece posible a do brillan

Subir en un vuelo

Y anegarme en su lugar, y con ellas

En lumbre encendido

Fundirme en un beso.

En el mar de la duda en que bogo

Ni aún sé lo que creo;

¡Sin embargo, estas ansias me dicen

Que yo llevo algo

Divino aquí dentro!...”

Continuará.




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