Redes sociales y medios públicos

Lo que vamos a comentar ahora puede ser motivo para que cualquiera pueda despreciarte e insultarte. Y lo hacen a través de lo que se denomina “redes sociales” ( Facebook, Twitter, etc) de una manera cobarde amparándose siempre en el anonimato.


Dichas redes se han convertido en un auténtico ágora lleno de demagogos,  populistas y mentirosos que, con una logomaquia digna de encomio, se dedican a destrozar y a linchar todo disidente de lo políticamente correcto empleando los típicos tópicos de siempre, propios de gente superficial y advenediza.

Lo que subyace en todo este tinglado, sin que muchos se den cuenta, es controlar e influenciar en el pensamiento del “pueblo soberano”, al que de una manera subliminal se le va pastoreando hasta convertirlo en un fiel servidor.

Dicho esto, vamos a comentar algo sobre estos “redentores”, ya sean nuevos o los de siempre, que persiguen y están en contra de todo lo que suene a religión y a privado, sin darse cuenta que precisamente la defensa de estos dos conceptos es el primer paso para que haya libertad verdadera.

Aunque esto esté sobradamente demostrado, siguen en sus trece: el Estado es el que tiene que dirigir la sociedad y educar a los ciudadanos, que dejarían de ser tales para convertirse en auténticos súbditos, ya que hay que “guiarles” para que no se desvíen, oiga. Todo ellos amparado por los “medios públicos”, que no son otra cosa que un poderoso instrumento del Estado para conseguir y consolidar el sometimiento del “pueblo soberano”, al que no se le informa de los secretos, tramas, mentiras, trampas, embelecos, engaños, etc, etc, de que se valen estos “rendentores”, cuya mentalidad estatalizadora no llevará más que al aumento gigantesco de los gastos, al despilfarro, creando paro y miseria.