jueves, 23 de febrero de 2017

La Comunidad Económica Europea ( V I I )


Como decíamos en la anterior entrega, en ésta veremos algo sobre quién era Europa para los romanos.


Los romanos, herederos culturales de los griegos, también inventaron un árbol genealógico mítico, comenzando en Eneas, un héroe de la guerra de Troya,  hijo de Afrodita (Venus) y del mortal Anquises, cuando realmente, y por lo que se sabe de la Historia, los predecesores y antecesores de Roma fueron los etruscos que, tras un largo deambular por las islas y tierras del norte de África, se establecieron en el centro de la península italiana, uno de los centros principales de lo luego sería Europa.

Por mor de una rápida y fulgurante política expansiva, en tres siglos Roma dominará el Mediterráneo. En el tiempo de mayor expansión, el imperio romano sometió territorios que hoy son de la Península Ibérica, Francia, Alemania, Gran Bretaña, Grecia y terrenos situados al sur del Danubio, Europa seguía teniendo un sentido físico-geográfico, como en tiempos helénicos, aunque, bien mirado, Roma tuvo una visión muy respetuosa y cosmopolita sobre sus dominios conquistados.

Curiosamente, la palabra Europa aparece escasamente, siendo difícil precisarla. Estrabón, geógrafo e historiador griego de los primeros años del siglo I d.d.C., aprovechando la paz romana, recorrió todo el terreno de la ecúmene que, según el Diccionario de los “inmortales” de la RAE, es “Comunidad humana que habita una porción extensa de la Tierra”, identificando esos terrenos que recorrió como Europa.

Claudiano, poeta de la corte del emperador romano Honorio, hacia la mitad del siglo I d.d.C., también habla de Europa cuando las hordas bárbaras van sobrepasando los límites del imperio romano.

Plinio el Viejo, escritor y naturalista latino, habla de Europa como creadora del pueblo vencedor de todas las naciones.

Como verán, estamos ante conceptos un tanto oscuros y ambiguos, que expresan la escasa o nula conciencia de Europa. Lo que realmente existía era la diferencia o distinción entre romano-bárbaro, pero nunca entre europeo y no europeo.

De todas formas, Roma, lo mismo que Grecia anteriormente, influyó en la construcción de la futura Europa, con sus  ciudades, con su lengua, de la que provendrán los idiomas principales del Occidente europeo; con su sistema jurídico que puede considerarse como la base del derecho occidental  presente. Y sobre todo, por la herencia cristiana que fue, y es, el pilar básico de la cultura de Europa.

En la próxima entrega comentaremos algo sobre el cristianismo de aquella época romana.

Continuará.





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