Si eres un perceptor monocular de la realidad porque deduces lo que te dicen que tienes que deducir;si te refugias o escondes en ideologías que impiden ver la realidad e intercambiar ideas; si tu meta no es la honradez intelectual; si crees en el pensamiento único y también crees en el dogma de las certezas; si te consideras poseedor de la “hybris intelectualista” y crees asimismo que tienes una visión privilegiada sobre el mundo, si todo esto eres y crees, no entres en este blog.
jueves, 23 de febrero de 2017
Marcos Ana y Pablo Iglesias
Marcos Ana, cuyo verdadero nombre era Fernando Macarro Castillo (1920-2016), afiliado a las Juventudes Socialistas Unificadas, y posteriormente al PCE, fue un criminal de guerra que participó en los asesinatos de Marcial Plaza Delgado, Amadeo Martín Acuña y de Agustín Rosado, cuando sólo tenía 16 años. Fue condenado a muerte en 1941, siéndole conmutada la pena por 30 años de cárcel.
Los motivos por los que este sujeto cometió los asesinatos, fueron porque Marcial Plaza Delgado era sacerdote; Amadeo Martín Acuña, militante de Acción Popular, y Agustín Rosado, católico. Estos asesinatos fueron cometidos en los meses de julio y setiembre de 1936. También fue acusado de profanaciones. Dicho lo anterior, y como recordarán, Pablo Iglesias ordenó en su día a sus diputados que no estuviesen presentes en el minuto de silencio por el fallecimiento de Rita Barberá. Sin embargo, cuando el mentado Marcos Ana ingresó en el hospital madrileño “Gregorio Marañón, donde fallecería el 24 de noviembre del pasado año 2016, Pablo Iglesias decía en Twiter que Marcos había sido “ejemplo de dignidad y orgullo para los demócratas”.
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