lunes, 6 de febrero de 2017

“Desgobernar” ( I I I )


Todo gobierno normalmente constituido, que no son los casos de Corea del Norte, de Cuba, de la destartalada URSS y algunos más, cuando llega al poder tiene que plantearse dos asuntos o alternativas: o seguir por el mismo camino que el anterior, o cambiar ciertas cosas para mejorar los asuntos de la nación. Si se queda en medio, por miedo o por complejos, lo único que hará será desgobernar.


Otro asunto que tendrá que clarificar es distinguir perfectamente lo principal de lo accesorio, para no caer en populismos, planteamientos falsos, demagogia, logomaquia y calambures.
Como es lógico, si se persigue gobernar lo primero que hay que hacer es conseguir una clara y nítida administración. Pero, claro, oiga, cada gobierno que llega a la poltrona tiene sus planteamientos sobre el tema, aportando diversas y determinadas “innovaciones” que, en la mayoría de los casos, no sirven para nada. 

Por otra parte, y si somos un poco honestos, nos daremos cuenta de que el panorama político actual no está muy claro. En unos sitios, sobre determinados asuntos se dice una cosa, y en otros, otra ¿Estaremos ante la “impotencia y barullo”, parafraseando a Manuel Azaña?

Si nos fijamos un poco, y dejamos de lado a grupúsculos radicalizados, al frente de los cuales figuran sujetos de gesto adusto y verbo encizañador, prácticamente todo el mundo habla de política, evidentemente con la consabida duda e incertidumbre, pues la preocupación sigue anclada en la gente.

En una palabra, los intereses generales de la sociedad están en contra de los intereses de los partidos y de los citados grupos radicalizados. Si esto no fuera así, ¿no podrían llegar a acuerdos entre las distintas formaciones políticas? Pero, no, oiga, esto no lo permite el panel ideológico, en donde se exponen todo tipo de maquinaciones, maniobras, cortinas de humo, insultos, etc, contra el “enemigo”


Continuará.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Archivo del blog