viernes, 3 de mayo de 2024

Las dos Repúblicas ( X X V I ).


 

Como ya sabrán, el anticlericalismo del siglo XIX y principios del XX, iban también a marcar el devenir de la II República española.

Como ya es sabido, durante el siglo XIX y comienzos del XX, tuvieron lugar violentísimos y sangrientos brotes de anticlericalismo. No hay más que recodar los asaltos y motines contra procesiones religiosas de Semana Santa en Málaga, Alicante o Valencia. Especial mención merece el terrible atentado anarquista en Barcelona, cuando se celebraba la procesión del Corpus  el día 7 de junio de 1896: 12 muertos y 64 heridos. También en esta misma localidad, en 1909 ya arden conventos, por poner sólo unos ejemplos. Durante lo que se llamó el “trienio bolchevique” (1918-1920) en Andalucía, también tuvieron lugar persecuciones e incendios en aquella región.

Dando un salto en la Historia, nos trasladamos al 17 de mayo de 1902, fecha en la que es proclamado rey de España Alfonso XIII, un niñato de 16 años. Este sujeto, abuelo del patrón del “Bribón” y del jaleo real, además de reinar quiso gobernar, cosa imposible ésta por su ineptitud y sus “aficiones” (Recomendamos leer el artículo sobre el libro “El patrimonio de los Borbones”, insertado en este blog con fecha 29 de setiembre de 2.016).

Por otra parte, desde la promulgación de “La Pepa” el 19 de marzo de 1812, que fue la primera Constitución española, hasta la redactada e impuesta en 1931, España tuvo seis Constituciones, seis, todas ellas distintas. La de 1869 fue la más democrática de todas las que se habían promulgado hasta la fecha. Se contemplaba una extensa Declaración de Derechos Humanos, amén de considerar el sufragio universal y la libertad de culto, entre otras grandes cosas.

Todas estas cosas no pudieron llevarse a cabo porque el jefe de Gobierno, Juan Prim y Prats,  se vio desbordado por una serie de acontecimientos, antes de ser asesinado en 1870. Estos acontecimientos, basados e inspirados en los lemas de la Comuna de París, hicieron que varios municipios, como Granada, Sevilla, Málaga, Alicante y varios más, se autoproclamasen pequeñas repúblicas. Este proceso se denominó movimiento cantonalista.

Posteriormente, la Restauración de 1874 trajo como consecuencia otra Constitución: la de 1876, que se prolongaría hasta la republicana de 1931, aunque fuese suspendida por Primo de Rivera en 1923.

Las noticias de la revolución soviética, empezaban a circular con la consabida propaganda. En 1917 se producen multitud huelgas, con grandes  y graves repercusiones en la economía. En 1921 se reanudan los atentados terroristas: asesinato del jefe de Gobierno Eduardo Dato, así como el del arzobispo de Zaragoza, Soldevilla, y de Martínez Anido, gobernador civil de Vizcaya, etc, etc.

Posteriormente, y con el general Primo de Rivera en el poder ocurrieron una serie de acontecimientos fatales para España y para la monarquía, demostrando que Alfonso XIII no supo ni reinar ni gobernar. 

Como puede observarse, la conflictividad social era enorme, parecida a la que se desencadenaría en los primeros meses de 1936.

¿Figurará esto en la “memoria democrática” de “Su Sanchidad” y de Sor Yolanda? ¿Es este el “vínculo luminoso”?

Continuará.



 



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