martes, 21 de mayo de 2024

Las dos Repúblicas ( X X X I I ).


 

El cinismo de comunistas y socialistas cuando hablan de libertad y de democracia, no tiene límites. Vean lo que entendían por tales conceptos algunos de los líderes de aquella nefasta República.

El fundador del PSOE, Pablo Iglesias, le dijo en una ocasión a Antonio Maura: “Combatiremos sus ideas dentro y fuera de la legalidad, e incluso justificaremos el atentado personal”.

 Otro gran “demócrata”, el socialista Largo Caballero,  decía en un mitin celebrado en Linares en enero de 1936: "La democracia es incompatible con el socialismo". Este mismo sujeto decía en otro mitin celebrado en el cine Europa de Madrid un mes después: "La transformación total del país no se puede hacer echando papeletas en las urnas..." 

Este mismo individuo, siendo presidente del gobierno republicano, dijo en el Congreso cuando se votó y se aprobó el voto femenino, que dicha votación era "La peor puñalada que se le podía dar a la República" ¿Qué dicen a esto los sujetos, “sujetas” y “sujetes”, amén de Su Sanchidad y de Sor Yolanda?

Otra frase de este ínclito e inefable sujeto fue la de que a él no le importaba que Madrid se hundiera, como tampoco le importaba que se hundiera el pequeño comercio.

Como ya saben, el gran escritor, médico y humanista, D. Gregorio Marañón Moya, partidario de la verdadera República, tuvo que huir de Madrid asustado y aterrado por las matanzas que hacían los rojo-republicanos. Se cansó de denunciar, de palabra y por escrito a los gobiernos del Frente Popular.

Por otra parte, la tercera alcaldesa de España, Petra Montoro Romero, que lo fue del pueblo de Sorihuela (Jaén) entre los años 1925 a 1927 (la primera había sido Matilde Pérez Mollá durante los años 1924 a 1930), fue vilmente asesinada, junto a sus hermanas Natalia y Marta, el 29 de noviembre de 1936 por milicianos rojo-republicanos. De esto nada dice la “memoria democrática” de Su Sanchidad.

Como dijo en su día el Bobo Solemne, la I I República había sido un “modelo de democracia”. Sin comentarios. El modelo de democracia, así como la verdadera República, como ya hemos escrito varias veces y no nos cansaremos de repetirlo, hubiese sido la que querían los Ortega y Gasset, Unamuno, Marañón, Pérez de Ayala,  etc, y no la del citado Largo Caballero, la de Carrillo, la de la Pasionaria, la de José Díaz, la de Negrín, etc, etc, todos ellos a las órdenes de Moscú, que para eso tenía aquí a los “asesores” de la Komintern. Por algo era habitual en los mítines republicanos escuchar los gritos de “¡Viva Rusia!”, “¡Muera España!”. O en el mismo Parlamento oir “¡Como en Rusia!”

¿Figurará todo esto en la “memoria democrática” de “Su Sanchidad” y de Sor Yolanda? ¿Es este el “vínculo luminoso”?

Continuará.



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