Y continuamos con este sujeto, rechazado por Felipe González, como ya
dijimos en la anterior entrega, sujeto que tiene una brillante hoja de servicios, según
el ayuntamiento de Gijón que, como ya sabrán,
le nombró hijo predilecto en su día.
El periódico “Política”, órgano oficial de Izquierda
Republicana, publicaba el 14 de marzo de 1.939 un artículo intitulado “La deslealtad comunista”. En ese mismo
periódico y en la parte superior derecha, se leía el siguiente párrafo: “La gran cantidad de víveres almacenados en
los centros comunistas demuestra su firme propósito de resistencia. Con pan o
sin pan, como dice el doctor Negrín; pero con jamones, botes de leche, carnes
en conserva, etc, etc".
El artículo antes mencionado,
decía:
"La deslealtad comunista"
"Desde el momento en que los restos del Gobierno
ilegítimo y dictatorial de Negrín huyó al extranjero y los jefes militares,
única autoridad de la República en estado de guerra, constituyeron con las
representaciones políticas republicanas, socialistas y confederales el Consejo
Nacional de Defensa, el Partido Comunista hubo de lanzar a la sedición a las
fuerzas del Ejército de que pudo disponer.
Con esto ha culminado y se ha descubierto la política
de deslealtad que ha seguido siempre ese Partido de dirección extranjera que se
ha servido de todos los demás para conseguir con la fuerza ajena lo que nunca
hubiera podido lograr con la propia, casi nula.
Porque el Partido Comunista ha logrado todos sus
éxitos por la deslealtad. La Unidad ha sido su gran mentira. La unidad con los
fuertes, cuando no era nada, para dividirlos en provecho suyo y dominarlos
después.
El Partido Comunista, antes de la guerra, no podía
conseguir nunca más que un diputado. Había nacido en España para dividir al
proletariado, para disminuir la fuerza del Partido Socialista y de la U.G.T.
que llevaban cincuenta años de labor política en España. Los comunistas hacen
la unión de las Juventudes para ponerlas frente al Partido Socialista, para
eliminar a Prieto, que pudo haber evitado la guerra, y a Besteiro, y a los
hombres, en fin, que alcanzaron mayor prestigio en el Socialismo.
Los comunistas han situado a sus agentes, con
distintos carnets, en los puestos decisivos. Esa ha sido su unidad. Unidad con
el Partido Socialista, a condición de que éste fuera Negrín y Álvarez del Vayo.
Unidad en el Frente Popular, a condición de dirigirlo, siendo una exigua
minoría.
Unidad del Ejército Popular siempre que el Comisariado
comunista lo dominara. Una unidad que no ha tenido inconveniente en romper
mediante una lucha sangrienta con el enemigo enfrente. , a las puertas de
Madrid, en momentos gravísimos, en cuanto ese Ejército ha estado dirigido por
sus jefes militares, por el general Miaja, a quien han jurado tantas veces
adhesión entusiasta, por el coronel Casado y por los demás jefes fieles al
interés de España. No admitían, pues, más unidad que aquella que sirviese sus
fines. Si los demás españoles sacuden su tiranía para defender los intereses
generales de la nación, frente a los de un partido dirigido por el extranjero,
entonces los comunistas ya no se sienten en unidad con ellos. Más aún, los
hieren por la espalda, en los días en que, perdida Cataluña por la gestión
desastrosa del Gobierno de Negrín, la República se encuentra en una situación
decisiva en la que se ventilan la independencia nacional y la vida de todos los
españoles leales.
Los soldados republicanos que han caído durante los
pasados días; las posibilidades con que podemos contar para mañana; la suerte
de todo el Ejército y aún de toda la población española; lo que haya de ser
España. Todo eso es lo que ha defendido el Consejo Nacional de Defensa en la
lucha felizmente terminada con el triunfo del Ejército republicano".
El asunto se comenta por sí
solo. Carrillo, defensor de una ideología totalitaria y desleal a la República,
¿cómo demonios va a “tener una brillante hoja de servicios”, y cómo iba a ser
un a tener un
papel clave en la Transición? Además, por definición, un comunista
nunca podrá ser demócrata por mucho que traten de engañar a la gente.
Pero, claro, oiga, como ya
saben Sor Yolanda dice que el comunismo es democracia y libertad.
Continuará.
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