Así se intitula el libro de Fernando José
Vaquero Oroquieta, Editorial SEPHA Edición y Diseño, SL, 2011, 429 páginas.
Magnífico libro que estudia el fenómeno
terrorista tal cuál es, y no como hacen ciertos “historieteros” y “analistas”
que, desde sus respectivos puntos de vista, preñados de ideologías totalitarias
políticas y religiosas, justifican y disculpan el terrorismo.
Lo primero que destacaríamos del libro de Vaquero
Oroquieta es que no existe en toda la obra ni el más mínimo odio hacia nadie.
Simplemente nos cuenta que el terrorismo es una triste realidad, y que
probablemente se le pueda derrotar.
Dicho esto, vamos a ver lo que el autor dice en esta obra. Así, en las
páginas 30 y 31, se lee:
“Es en el siglo XIX cuando el terrorismo alcanza su carta de naturaleza de
la mano de nacionalistas, anarquistas y populistas. Ya en el siglo XX, este
fenómeno se consolida al servicio del marxismo-leninismo, principalmente,
sirviéndose de las enseñanzas obtenidas de experimentos terroristas anteriores:
el secreto, la organización militar estanca y jerarquizada, y el factor
sorpresa. En su constante evolución y crecimiento, se ha adaptado a nuevos
contextos y tecnologías, tentando a numerosas organizaciones de ideología muy
distinta: secesionistas radicales, nazis, extremistas religiosos . . . Así,
partiendo inicialmente de una elaboración ideológica que pretendía ser
racional, por marxista, el terrorismo también ha sido apropiado por una
cosmovisión aparentemente irracional y pseudorreligiosa; siendo el yihadismo su
máximo exponente actual”.
Más adelante nos narra Vaquero Oroquieta lo absurdo y contradictorio que
resulta considerar al terrorismo como un sucedáneo de la religión. Así, en la
página 49, dice:
“Además, toda religión enseña que hay que pedir la ayuda de Dios, pues cada
empresa individual o colectiva sitúan al hombre en su verdadera naturaleza: la
dependencia de Dios. Para el terrorismo, por el contrario y al igual que muchas
corrientes filosóficas hoy dominantes, el hombre lo puede todo. Sin embargo, la
realidad desmiente semejante optimismo. Así, el siglo XX, marcado por diversas
experiencias políticas expresamente ejecutadas contra la religión, ha sufrido
las mayores convulsiones y masacres que jamás la humanidad padeció, y de mano
de ideologías totalitarias y utópicas: el comunismo y el nazismo, principalmente”.
Continuará.
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