¿Se acuerdan de aquel slogan de los tiempos del
“gonzalato” y del “guerrismo” “por el cambio”?
Pues ahora tal parece que estamos otra vez “por el
cambio”, pero el que desea y quiere Su Sanchidad y su “complexo”. Ahí están los
“cambios” de “cambio de opinión”, por mentir, y cambio de “verificador” por
notario, oiga.
Las rachas de autoritarismo de este impresentable
sujeto que tenemos en el desgobierno, también le llevan a otros “cambios”, como
por ejemplo sus ansias de controlar las Instituciones, ya sean el Congreso, la
Fiscalía, el Tribunal Constitucional, el Consejo de Estado, el Senado,
televisiones, los “mass-media”, etc, etc. Sólo el sátrapa del “modelo
referencial”, es decir, Fidel Castro, lo haría mejor.
Viendo esto, y otras cosas, la libertad, la armonía,
la concordia, el acuerdo, la paz, la amistad y todo lo que ustedes quieran
añadir, han desaparecido por mor de esta pandilla. El Estado de Derecho brilla
por su ausencia.
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