“¡Ya somos europeos!”

 

Suponemos que se acordarán de este lema que empezó a circular en 1985, en pleno “gonzalato”, cuando España ingresó en la Comunidad Económica Europea, asunto que fue firmado el 12 de junio de dicho año. Parecía que todo iba a salir de maravilla. Lo que sucedió durante aquel gobierno “treceañero”, ya se sabe, aunque ahora no se recuerde. La “memoria democrática” está para algo, oiga.

En estos momentos, sí que “Ya somos europeos”, pero los europeos más pobres, aunque de esto, y del gran precipicio económico en el que estamos inmersos, el “pueblo soberano” no se entera. Ahí están las colas de hambre, el aumento del paro, las personas que no pueden llegar a fin de mes, etc, etc.

Todo esto, y muchas desastrosas cosas más, ocurren por mor de este residente, no presidente, que tenemos en estos momentos, empeñado en seguir en la poltrona “monklovita” cueste lo que cueste.

Pero claro, oiga, los bonos culturales, amén de “sumenciones” (un votante sociata dixit), para algo están, cosas estas que valen para empobrecernos más.

Como ya hemos escrito varias veces en este blog, solamente la libertad, ya sea en el ámbito político, social, y sobre todo en el económico, logrará sacarnos de este pozo de heces en el que nos ha metido es banda de badulaques, de bausanes, de cenutrios, de fámulos, de faramalleros, de fementidos, de frenópatas, de gárrulos, de loquinarios, de trampantojos, de tarúpidos, de truchimanes, y de todos los calificativos que ustedes quieran añadir.