El imperio es
un concepto que figura en el frontispicio del izquierdismo mundial, concepto
aplicado en un solo sentido, el marxista, contra EE.UU., y de rebote contra
Israel. Del imperio soviético nadie dijo nada, salvo excepciones muy puntuales.
El tal imperio es, ¡como no!, el del liberalismo económico que, con sus
multinacionales y su militarismo, provoca hambrunas mundiales. De las hambrunas
provocadas por el comunismo, nada de nada, así como tampoco se mencionan los
145 millones de pobres que dejó el citado comunismo en la destartalada URSS.
Del asesinato masivo por motivos ideológicos, tampoco se comenta nada. Se ha
tejido una urdimbre tan sutil, que si Lenin levantara la cabeza quedaría
asombrado de la cantidad de “tontos útiles” que circulan por el mundo.
La mencionada urdimbre comienza con un tejido muy simple: EE.UU. es el gran
explotador que oprime a los pobres del mundo. Sería el Gran Satán. Recordar que
el Gran Satán es un concepto islámico que significa o representa la “encarnación
del mal y de la crueldad contra la humanidad”, es decir, es el enemigo de los
pueblos islámicos que, a su vez, ven en Israel otro pequeño Gran Satán que
existe gracias al apoyo norteamericano. En una palabra: si no fuese por la
colaboración de EE.UU., Israel hacía tiempo que habría dejado de existir porque
habría sido barrido por los partidarios de la “Guerra Santa”.
Curiosamente, el verdadero Gran Satán fue la URSS en particular, y el comunismo
en general, por su ateísmo y por su lucha permanente contra la religión
cristiana. Y curiosamente también, estos que ahora tachan de Gran Satán a
EE.UU., en su día se aliaron con él para que la citada URSS desalojase el
Afganistan ocupado ¿Se acuerdan?
Para luchar contra el Imperio, la izquierda se une y se alía con quien sea y
como sea, transmitiendo una sarta de mentiras que van desde falsos conceptos
que aplican a la libertad y a la democracia, hasta el falso racionalismo.
Otro tema manido y manoseado para combatir al Imperio, es el del ecologismo.
Aquí la cosa resulta curiosísima porque para conservar el ecosistema se
emplearán energías alternativas, con sus correspondientes industrias de
reciclado. La gente utilizará el transporte público y los coches prácticamente
dejarán de existir. Todo será ecológico.
Si todo esto se lleva a cabo, el petróleo desaparecerá del mundo para que no
contamine. Entonces, ¿qué harán los países islámicos, muchos de ellos grandes
productores del oro negro? ¿De dónde van a sacar los fondos para combatir al
Imperio, para construir sus mezquitas en Occidente y para varias cosas más?
Pero es igual. La izquierda irracional ahí sigue con sus nuevos tópicos que van
desde el acoso y derribo de la verdadera libertad, pasado por su odio a
Occidente y siguiendo por su anti-individualismo. No digamos nada de su
ancestral odio y aversión a la religión cristiana. Hay que conservar algo de lo
antiguo, oiga.
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