sábado, 14 de octubre de 2023

Colapso de la URSS. Cambio de vida para millones de personas ( V I I I )


 

Como decíamos en la anterior entrega, en ésta veremos cómo los obreros recurrían a actos de sabotaje ante el rigor militar del trabajo.

La prensa soviética hacía todo tipo de campañas y propagandas, exponiendo las “razones”  para justificar la severísima disciplina en el trabajo. A tal efecto, el comisario de guerra Vorochilof  ( I ), durante un congreso de los sindicatos en Moscú, decía lo siguiente:

“La calidad de la producción, es una de la condiciones indispensables para el éxito afortunado en nuestra lucha por el socialismo,  y es una condición que depende en gran parte de la acción de los sindicatos profesionales, cuyos directores son ustedes. Ya es tiempo de acabar con el prejuicio, según el cual, la disciplina sería un atributo del ejército. La disciplina debe ser tan severa en las fábricas como en el ejército rojo. Repito que la guerra futura no la habrá solamente en el ejército rojo. Será una guerra donde no habrá distinción entre la vanguardia y la retaguardia. No sólo lucharán los ejércitos entre ellos, sino que las industrias harán oro tanto. He aquí por qué las industrias deben militarizarse. El resultado de la guerra futura, del cual depende la suerte de nuestro Estado y del socialismo, dependerá de la manera en que trabajen nuestros investigadores, nuestros colaboradores, nuestras fábricas. Consecuentemente debemos, desde este momento, hacer todo lo posible por establecer en nuestras empresas industriales, una disciplina realmente proletaria que no ceda en nada a la del ejército”. ( I I )

Nota.- Lo destacado en rojo es nuestro.

 ( I ).- En la imagen figuran Stalin, Molotov y Vorochilov. Dicha imagen fue colocada en la Puerta de Alcalá madrileña en octubre de 1937 por la asociación “Amigos de la Unión Soviética”, con motivo del vigésimo aniversario de la revolución soviética.

( I I ) .- “El imperio soviético”,  autor Dionisio R. Napal, Editorial Stella Maris, Buenos Aires setiembre de 1932, páginas 139 y 140.

En la próxima entrega veremos algo sobre el mundo campesino, tan nombrado por los propagandistas del sistema.

 Continuará.



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