“La nación falsificada”

 Así se intitula el libro de Jesús Laínz, Ediciones Encuentro, S.A., Madrid, 2.006.

Podemos decir que el libro es un antídoto contra el nacionalismo y una continuación o complemento de “Adiós España. Verdad y mentira de los nacionalismos”, ya comentado en este blog con fecha 16 de agosto de 2022.

El objetivo del autor es desmontar todo el andamiaje del nacionalismo. Y lo consigue de una manera fácil y contundente relatando pequeñas biografías de 30 catalanes y 30 vascos que se sintieron verdaderamente españoles, y que con sus gestas y sus intervenciones de todo tipo, incluida la literatura, contribuyeron al engrandecimiento de España.

Lo más jugoso del libro (para la opinión de este comentarista) comienza en la página 411 y termina en la 517: “Epilogo. La falsificación de la historia como arma política”. El libro termina con ocho páginas con viñetas a todo color de algunos personajes protagonistas del libro

Libro muy recomendable, dada la situación actual de nuestra nación barrida por los nacionalismos que han mostrado, y muestran a España, como país ocupante y opresor de las “naciones” catalana y vasca.

En las páginas 435 y 436 se pueden leer estas joyas:

“La fe nacionalista no puede estar equivocada. Cuando los hechos la desmienten es porque son los hechos los que se equivocan. No sólo eso, sino que incluso algún autor nacionalista declaró expresamente la voluntad de utilizar argumentos históricos falsos siempre que fuesen eficaces. Este fue el caso de fray Bernardino de Estella, autor de una de las obras clásicas de la historiografía nacionalista (Historia vasca, 1931). Explicando la arriba mencionada batalla de Arrigorriaga, este autor reconocía que no pasa de ser una leyenda, pero como era un símbolo mítico del enfrentamiento entre vascos y españoles en el que se fundamentaba la ideología nacionalista, subrayó la importancia política que dicha leyenda cumplía presentada como un hecho histórico:

Aunque no sea del todo cierta esta batalla y esta victoria, se celebra anualmente en Bizkaya como un símbolo de las luchas contra los extranjeros. En este sentido su recuerdo debe mantenerse vivo entre los vizcaínos y entre los demás vascos”.

“Cuando los hechos son contrarios a las conclusiones a las que llegaron de antemano, los nacionalistas lamentan los hechos en vez de proceder a revisar la racionalidad de sus conclusiones. Un claro ejemplo de ello lo dio Manuel de Irujo, ministro peneuvista de Justicia de la República, quien escribió en 1.942:

Conste que el hecho de nuestra existencia, sea cualquiera la estimación que provoque en los restantes hombres y pueblos, está unido hoy a una auténtica y firme voluntad de persistir, de manera singular para nuestro espíritu racial y para nuestra cultura nacional que es su expresión; y esta suprema determinación la mantenemos con la historia en la mano, sin ella, o contra ella si fuere preciso”

En fin, libro muy recomendado para todos los amantes de la verdad. Hay que difundirlo porque sino triunfarán los de la internacional de la mentira, del odio y del terror.