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Como decíamos en la anterior entrega, en esta última veremos algo sobre los centros educativos.
Todas las personas que componen un centro educativo,
tienen que ser conscientes, consecuentes, responsables y comprometidas en la
función que desempeñan, es decir, trabajar y ocuparse en la formación y
desarrollo integral y completo de los educandos, lo que supone desplegar y
desarrollar capacidades, amén de transmitir sapiencias y conocimientos, además
de unos valores éticos y morales.
Como es obvio, la dirección del centro educativo no
puede estar en manos de una sola persona, sino en manos de una asociación o
comunidad responsable sobre la enseñanza.
Dicha dirección, además, debe contar con secciones de
asesores en los que tienen que estar representados, por ejemplo, los padres, el
profesorado, personas no docentes, etc, etc.
El claustro, atendiendo a la tercera definición del
Diccionario de la RAE, “conjunto de
profesores de un centro docente en ciertos grados de enseñanza”, es uno de
los organismos importantes del centro, ya que tiene una gran responsabilidad
tanto técnica como pedagógica.
Por otra parte, el profesorado debe conocer el
proyecto y el plan educativo del centro, para actuar de forma coherente con él.
Sobre el alumno, diremos que debe prepararse para ser
una persona libre, responsable y comprometida, con unos conocimientos que le
permitan en su día asumir, con responsabilidad y compromiso, las funciones y
tareas profesionales y sociales en las que se vea envuelto.
En fin, en estos tres artículos hemos visto
someramente lo que debe de ser la enseñanza, bajo nuestra modesta opinión.
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