Continuamos con las poesías del libro “La Patria española”, del que ya hemos comentado algo en nuestro primer artículo. En la página 111 hay una poesía dedicada a la sierra de El Guadarrama. Su autor es Miguel de Castro. Dice así:
“¡Qué
bonita está la sierra
bajo
el sol de la mañana,
con
sus cumbres coronadas por la nieve,
con
sus riscos relucientes por la escarcha!
Yo
he escalado las alturas de los montes,
Caballero
en una jaca,
aspirando
los efluvios mañaneros
que
jarales y tomillos derramaban.
Yo
he bebido en los regatos cristalinos
de
las húmedas cañadas,
donde
encuentran los rebaños su reposo,
donde
tienen sus espejos las zagalas.
Yo
he recorrido tras los hábiles vulpejos,
por
las lóbregas barrancas,
donde
ocultan sus nidales los lobeznos,
donde
esconden su rencor las alimañas.
Yo
he subido hasta las cúspides bravías
donde
el sol y la alba nieve se besaban,
donde
fingen áureas músicas los céfiros
que
idealizan los idilios de las águilas.
En
la paz de los barbechos amarillos
de
la mística llanura castellana,
se
sentían centinelas pastoriles
que
elevábanse hasta el cielo cual plegarias.
De
la torre dela próxima abadía
vino
el lento repicar de una campana,
y
a su ruido se espantaron las palomas
que
en los blancos palomares se arrullaban,
y
veloces remontáronse aturdidas,
al
volar batiendo palmas.
¡Qué
bonita está la sierra
bajo
el sol de la mañana,
qué
paisajes los que muestra,
qué
secretos los que calla!”
Continuará.
No hay comentarios:
Publicar un comentario