Como recordarán, el 17 de agosto de 2017, hace ahora cinco años, terroristas de la yihad islámica subidos en varias furgonetas, emprendieron una marcha por la Rambla barcelonesa, abalanzándose sobre las personas que por allí paseaban. El resultado ya se sabe cuál fue: 16 personas asesinadas y casi 140 heridas, algunas de ellas gravemente. El miércoles pasado, día 17, tuvo lugar un homenaje a las víctimas, a la vez que se repudiaba a los asesinos.
Como no podía ser de otra manera, los
separatistas más drásticos y tajantes, nada quisieron saber de dicho homenaje,
asunto que fue aprovechado para lanzar sus lemas y frases separatistas con el
objeto de echar la culpa a España del citado atentado, rechazando y boicoteando
el minuto de silencio.
Viendo esto, y otras cosas, hacen pensar
que la tolerancia, la armonía, la concordia, etc, en Cataluña, perdón,
Catalonia, es casi imposible. Pero, es igual, oiga, a su “Sanchidad” todo esto
le importa un bledo, dos cominos y tres dídimos. Con celebrar otra “mesa de
diálogo” para que ERC le siga apoyando a cambio de momios, gangas, prebendas,
sinecuras, provechos, beneficios, etc, ya tiene bastante.
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