jueves, 18 de agosto de 2022

Más sobre Marx ( I I I )


 

Como decíamos en la anterior entrega, en ésta veremos cómo Rusia fue una excepción de esperanza al marxismo.

Como sabrán, en Rusia, después de la guerra franco-prusiana, hubo todo tipo de revueltas y movimientos revolucionarios, haciendo que el judío Marx quedase conmovido por estas circunstancias, probablemente debidas a que la primera traducción de “El capital” había aparecido en Rusia en 1872, haciendo de este lugar un punto prometedor del socialismo revolucionario marxista.

Por otra parte, hay que tener en cuenta que los extremistas rusos de aquel entonces, vieron la doctrina marxista un tanto escépticamente. Si bien consideraban al judío como un revolucionario, no lo veían como autor y creador de un sistema.

Mijail Bakunin, padre del anarquismo, y que se enfrentó a Marx en la Primera Internacional, siempre abrazado a su gran espíritu crítico, anunciaba que la doctrina marxista sustituiría al capitalista por el burócrata, diciendo también que el marxismo sería un auténtico capitalismo de estado opresor y omnipresente. Sus predicciones, como ya saben, no fallaron.

Marx, con su soberbia, prepotencia y pedantería, decía a sus simpatizantes revolucionarios rusos que aún les era posible el evitar la fase capitalista por mor de la comuna campesina. Evidentemente, esta afirmación de Marx contradecía y era un atentado contra su sistema.

La probabilidad y la posibilidad de un tránsito pacífico del capitalismo al socialismo, se podía ver en las últimas ediciones de “El manifiesto”, e incluso de “El capital”. Sin embargo, decir que la Rusia de aquellos años podía pasarse por el arco del triunfo la etapa capitalista y pasar directamente, tras la revolución violenta, al socialismo, era absolutamente antimarxista.

Como no podía ser de otra manera, los “científicos” marxistas (conocimos uno que era un pedante infumable), emplearon todo tipo de argucias, que no fueron más que embelecos y mentiras, para tratar de hilar esta aberración marxista, asunto este que, según ellos, consiguieron, ya que para estos  “doctos” marxistas la versión que ellos hacen de la doctrina es intocable, inatacable y totalmente coherente. Así son de pedantes y de fanáticos.

Asimismo, comentar que Marx creyó que los terroristas asesinos del zar Alejandro I I, eran los representantes de la futura Rusia en el terreno revolucionario.

En la próxima entrega veremos someramente cómo esta actitud de Marx sobrevivió a su muerte y al fin del populismo, asunto este que sirvió para que Engels, sucesor del judío, reprochase a los marxistas sus diferencias con los populistas.

Continuará.



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