viernes, 5 de marzo de 2021

“Yo escogí la esclavitud” ( I X )


 Así se intitula el libro escrito por Valentín González “El Campesino”, Editorial Maracay, Venezuela, 366 páginas, incluido “Índice”.

Como decíamos en las anteriores entregas, en ésta y sucesivas vamos a ver lo que nos dice El Campesino en este libro en los Capítulos que ya hemos indicado en la primera entrega, sobre el “paraíso comunista”, que era la base del “porvenir radiante de la Humanidad”.

En el anterior artículo comentábamos que en éste veríamos algo el totalitarismo soviético en un párrafo intitulado “Extirpar todos los recuerdos”, página 86.

Nos cuenta El Campesino que el sistema no había cumplido ninguna de las promesas hechas en 1942:

“Al contrario, la experiencia de la guerra les ha llevado a acentuar hasta el extremo el carácter totalitario y policíaco del régimen.

Conscientes de la vulnerabilidad del mismo, tanto a causa de la hostilidad de las masas populares como a causa de la fragilidad, desmoralización y corrupción de sus órganos dirigentes, se han visto precisados al terminar la guerra a agravar aún más la opresión totalitaria sobre el pueblo ruso.

Las poblaciones que han estado en contacto directo durante la guerra con las ropas alemanas han sufrido el más feroz de los castigos. Todos los pueblos, sin excepción. Millones de seres humanos han sido arrancados de sus casas y deportados a otras regiones, siendo condenados a trabajos forzados. Sobre la amplitud y la ferocidad de tales medidas, únicas en la Historia, hablaré con detalle en los capítulos siguientes.

El Kremlin quería extirpar del alma rusa el recuerdo de la vulnerabilidad de su régimen. Y otro recuerdo también desagradable que se quería extirpar completamente es el que si logró restablecer la situación y contribuir a la derrota del nazismo fie, ante todo, gracias a la ayuda anglo-americana. A más del del 90 por 100 de los productos manufacturados o alimenticios recibidos de los Estados Unidos les arrancaron las etiquetas de origen y pusieron en su lugar etiquetas rusas. Pero el pueblo sabía perfectamente a qué atenerse.

La propaganda stalinista se esfuerza en propagar la idea de que fueron los rusos solos, o casi solos, los que derrotaron a Alemania e incluso al Japón ( I ). Y, para cubrir eta mentira descomunal, se esfuerza en hacer creer al pueblo ruso que los Estados Unidos e Inglaterra preparan la destrucción de la patria soviética. Es así como Stalin piensa justificar el yugo brutal que hace pesar sobre los países satélites y los sacrificios sin número impuestos al pueblo ruso”.

En la próxima entrega veremos lo que nos dice Valentín González en el Capitulo V I I I intitulado “Un inmenso burdel y un inmenso mercado negro”, páginas 89 a 100.

Continuará.

( I ).- Nota.- Como ya saben, y como decíamos en la anterior entrega, los alemanes fueron derrotados gracias a la inmensa ayuda militar que la URSS recibió de Estados Unidos, Inglaterra y Canadá.  Esto se puede ver en nuestros artículos intitulado “LXXX aniversario del comienzo de la I I Guerra Mundial”, insertados en este blog en el mes de mayo de 2019.



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