Según nuestra modesta
opinión, las tecnologías nuclear, informática y televisiva, son las que más han
influido en la sociedad actual, cuyos aparatos tecnológicos han condicionado, y
condicionan, nuestras vidas.
Indudablemente, estas tecnologías, como es sabido, tienen su parte positiva
y su parte negativa. Así, por ejemplo, la energía nuclear puede matar millones de personas en pocos minutos, pero
también puede salvar vidas cuando se aplica en hospitales.
De la informática, nada vamos a comentar porque casi todo el mundo sabe de
sus pros y de sus contras.
Donde vamos a hacer un poco de hincapié es en la tecnología audiovisual.
Si, efectivamente, esta tecnología ha revolucionado la vida de los últimos cien
años, no es menos cierto que esa revolución ha servido para manipular personas,
alterando y cambiando conductas, comportamientos, valores, sentimientos,
educación y un larguísimo etc.
El listorro de turno dice que ya sabe que la televisión manipula y
“formatea” cerebros, pero él lo tiene controlado y, por tanto, no le hace
efecto, aunque cuando se ve atrapado en una conversación sobre cualquier tema,
remacha con aquello de “es que lo dijo la televisión”. Es decir, para estos
listorros lo que diga la televisión constituye el último dictamen.
Los citados listorros siguen pensando que, debido a los distintos canales
que hay (estatales, autonómicos, privados, incluidos los de vía satélite, etc,
etc), la información y variedad de programas son más ricos, lo que hace que la
audiencia pueda elegir libremente y, por tanto, la diversidad acarrearía más
cultura. Todo mentira. Las televisiones están en manos de cuatro y se ve lo que
ellos quieren, preferentemente mucho fútbol que, como ya hemos dicho varias
veces, se ha convertido en la morfina del pueblo. El adoctrinamiento es lo que
priva.
Además, si nos fijamos un poco, la televisión estatal, privada, autonómica,
o como quiera que sea, sólo tiene tres tipos de emisiones o programas. A saber:
1º).- Programas que emite el “ente” sobre las vicisitudes de un grupo de
personas con el objeto de transmitir algo, ya sea de carácter político, social,
económico, etc, etc.
2º).-
Los programas en los que aparecen los “famosos”, acompañados de todo tipo de
sujetos y “sujetas” de la más variopinta condición biológica.
3º).- Los concursos que demuestran la ignorancia y estulticia de los que allí se presentan. Baste recordar que, cuando le preguntaron a una “sujeta” que qué le había parecido lo del tsunami del Japón que se produjo en su día, respondió que no lo comprendía muy bien por estar al lado la muralla china. O la otra “sujeta” que al ser preguntada en su día si Gadafi debería dejar Libia, respondió que si estaban los dos de acuerdo y no tenían hijos, era lo mejor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario