Caridad cristiana y solidaridad humana, no son lo mismo. Un ejemplo: puedo solidarizarme con una mujer que busque trabajo. Pero resulta que si el marido ya trabaja y entre los dos se llevan a casa 4.000 € y, además, no tienen hijos, automáticamente entra en juego la caridad cristiana que me hace pensar en aquellas personas que se les acabó el paro y el salario social y que además tienen hijos. Además, la solidaridad tiene como fines y bases intereses muchas veces políticos, a cambio de los cuales se espera recibir algo. Sin embargo, la caridad es el amor al prójimo totalmente desinteresado.
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"Los demócratas de toda la vida" no tienen inconveniente en olvidar juramentos antiguos y renegar de principios que poco antes defendieron ardorosamente. De estos chaqueteros y babosos ejemplares, se nutrió el PSOE.
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