Los disfraces y caretas del comunismo

 Como ya sabrán, el comunismo atacó, y ataca, a la religión cristiana por los cuatro costados. De otras religiones no dice ni mu, y entre estos ataques figuró en su día el lanzado contra el uso del velo cristiano que se ponían las mujeres solamente cuando iban a la iglesia, no como el burka y el pañuelo islámicos que llevan las féminas musulmanas a todas horas y a cualquier sitio.

Dicho lo anterior, el comunismo utiliza, y utilizó, a lo largo de la Historia todo tipo de velos, burkas, tapaderas, disfraces, caretas, etc. Ahí están los “ismos” de machismo, homosexualismo, feminismo, ecologismo mal entendido, y todos los “ismos” que ustedes quieran. Con el machismo, el feminismo y el homosexualismo, tan de moda en estos momentos, se pretende tapar y extirpar el verdadero “ismo” del sistema comunista: su totalitarismo.

Marx y Engels, a los que tanto nombra Pablo Iglesias, consideraban el homosexualismo como una degeneración fomentada y auspiciada por el capitalismo, degeneración que se curaría con el socialismo. Che Guevara tampoco se quedaba corto, ya que creía que el homosexualismo era una perversión sexual, siendo castigada con campos de concentración y de trabajo (Curiosamente en manifestaciones del “día del orgullo gay” se ven homosexuales con la camiseta del Che. Sin comentarios). Sobre el tema gay, decía el criminal Stalin en 1933 que “la homosexualidad es un vicio burgués y una perversión fascista”. Por lo tanto, los homosexuales son fascistas.

El sátrapa Fidel Castro tampoco se quedaba corto. Decía en 1965 que “una desviación de esta naturaleza choca con el concepto que tenemos de lo que un militante comunista debe ser”

Por otra parte, el mentado Pablo Iglesias, haciendo gala de un gran machismo, dijo en su día que “nosotros hacemos política masculina: con cojones” ¿No se puede hacer también con ovarios? ¿Qué dice a esto la marquesa de Galapagar y demás “complexo” feminista?

En fin, estos “ismos” son los nuevos cuentos de hadas que sustituyen a la “lucha de clases” marxista: hombres contra mujeres en vez de proletarios contra burgueses, aunque no sabemos cómo las pasarían sujetos y sujetas comunistas con suntuosos chalets, autos de lujo, momios, chollos, prebendas, canonjías, sinecuras, etc, si fuesen atacados por los proletarios.