Como es sabido, los comunistas, cuando lo consideran
oportuno, emplean acciones y métodos de carácter militar, ya sean luchas,
destrucciones, matanzas, asesinatos, crímenes, etc, usando hombres organizados
en lo que se llama “ejército”. Por otra parte, muchos de otros “métodos” no
fueron, ni son considerados como militares, aunque si se analizan dichos
métodos se puede ver que sirven para lograr y obtener objetivos de carácter
estratégico, al más puro estilo de una batalla.
Como ya sabrán, Carl Gottlieb von Clausewitz, conocido
como Clausewitz a secas, fue un militar prusiano famoso por sus teorías sobre
los asuntos militares, tales como los conflictos armados, sus motivaciones, sus
tácticas y estrategias, etc. Pues bien, el judío Carlos Marx fue un admirador
del prusiano. Intentó adaptar y aplicar sus principios para trasladarlos a la
revolución.
Posteriormente, tanto Lenin como Stalin, llegaron más
lejos que Marx, al aplicar otros principios a la lucha revolucionaria, asunto
este que fue llamado por ciertos teóricos comunistas como “un salto dialéctico”.
Por otra parte, sería un error mayúsculo creer y
sostener que el comunismo es sólo una fuerza militar abierta a veces, secreta
otras. El comunismo es también un movimiento social, a la vez que una fanática
religión con sus dogmas.
Al mismo tiempo, sería un engaño separar estos
aspectos, ya que en realidad se encuentran indisolublemente unidos. Así, cuando
la ocasión interesa, se mezclan los asuntos militares con los civiles,
mezclando también la paz con la guerra. El asunto es sembrar el odio, el
resentimiento, el enfrentamiento, el rencor, etc
Si se analiza un poco el tema, el comunismo está más
cerca de lo militar, ya que pretendía la conquista del poder mundial. Para
conseguir esta meta, usaba, y usa, aunque de un modo más desinflado que en
otros tiempos, todo tipo de ideas e ideales para engañar al “pueblo soberano”,
amén del aparato de guerra. También emplean para conseguir la meta, todo tipo
de afirmaciones contra Occidente en general, y contra EE.UU. en particular.
Así, por poner unos ejemplos, afirman de una manera
dogmática, gratuita y tajante, que el mundo no comunista es intransigente y
promotor de guerras, buscando la enemistad. También afirman que dicho mundo no
comunista tiene una prensa venal, entendiendo por este concepto la segunda
acepción del Diccionario de la RAE: “que
se deja sobornar con dádivas”. Mayor cinismo no cabe, ya que en ningún país
comunistas existe libertad de prensa.
Pero no dicen nada, claro, de que dentro de las
fronteras comunistas se exterminaba a cualquier persona que simpatizase con
Occidente, cuando en este Occidente se conceden a los comunistas todo tipo de
libertades y derechos democráticos, cosas que no hacen ellos.
También promueven y provocan grandes huelgas fuera de
sus fronteras, cuando en su mundo este derecho está prohibido
Continuará.
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