Estamos asistiendo prácticamente todos los días a comentarios, reseñas, discursos, etc, etc., sobre el nacionalismo separatista catalán, amparado y auspiciado por ciertos “partidos” que se presentan, según ellos, con opciones políticas para gobernar, cuando ellos mismos son partidarios de la secesión y de la fragmentación de España.
Hay una cosa que nos llama la atención, y es, como ya sabrán, la actitud del calamitoso presidente Rajoy que ofrece a Puigdemont el que se debata el tan cacareado referéndum en el Congreso.
Esperamos y deseamos que suceda lo mismo que cuando en su día el presidente de Vascongadas, Ibarreche, presentó su Estatuto, siendo rechazado por la Cámara.
Lo que hay que hacer es dictar leyes, reglamentos, normas o lo que sea, para echar por tierra para siempre este afán separatista y secesionista. Mientras no se haga esto, el asunto seguirá en el “candelabro” (como diría una que iba para político) sembrando discordias y enfrentamientos.
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