Fin del feminismo y de la "mujer-cuota"

Uno de los muchísimos problemas que tiene nuestro continente, es el demográfico. Ahora estamos pagando la “cultura del aborto” que ha prevalecido, y prevalece, en esta parte del mundo, con España a la cabeza, aunque en cuestiones importantes somos el farolillo rojo de Europa.

Porque, no lo olvidemos, la marginación y postergamiento de la maternidad, unido a ese “terrible invento” que es la familia, han sido los pilares y las razones principales del citado problema demográfico, problema que en algunos sitios está llegando a tales extremos que ya no hay sustitutos para suplir los puestos de trabajo de esta envejecida Europa. Es decir, si nosotros no podemos relevar laboralmente, lo harán los inmigrantes procedentes de África, continente fecundo como es de sobra sabido. Algunos estiman que para el año 2040-2050, si antes no es destruido nuestro planeta por el asteroide que chocará contra nosotros por esas fechas, la población activa laboral será islámica. Se acabará el feminismo y las “mujeres-cuota” del  "zapaterato".

Todo este proceso degenerativo, viene como consecuencia del relativismo, del consumismo, del hedonismo, de “más de lo mismo” y de la falta de valores, o mejor dicho, de la falta de fe en nuestros valores cristianos que muchos quieren dinamitar.

También hay otros factores, y en este caso nos estamos refiriendo a España: el ahogo, sofocamiento y estrangulación de todo lo masculino en aras de un feminismo excluyente: la paridad y la "política de género" lo confirman. (Permítanme que les diga que una catedrática de la Universidad de Oviedo, autodeclarada marxista-feminista, dice “la folia”, por “el folio”. Sin comentarios).

Pero, ¡ah!, en algunos aspectos ya no somos farolillo rojo, vamos en cabeza. Por ejemplo: tenemos la tasa de natalidad más baja de Europa y las mejores clínicas abortistas, además de tener una legislación que va contra todo lo que suene, no ya a familia, sino a reproducción, ya que maricones, invertidos, gomorritas, sodomitas, lesbianas, tortilleras, bolleras, etc., campan por sus respetos. La ideología de género es su Biblia. De este tema  hablaremos otro día.