La enseñanza obligatoria de algunas comunidades, “obligará” a los jóvenes a ser unos ignorantes: terminarán sus estudios sin saber quiénes fueron los reyes Católicos o Cervantes porque, claro, lo principal es escribir una historia de acuerdo con principios no ya políticos, sino ideológicos.
Evidentemente, este vaciamiento de la Historia de España, lo ocupan las comunidades autónomas con sus propias historias.
Hay un “salto” hasta el siglo XX en el que sólo se mencionan las transformaciones que interesan: crisis del estado liberal, segunda república y franquismo contado y “fecho al itálico modo”.
En el tema de la literatura (no hablemos de filosofía) probablemente el escarnio sea mayor: “El poema de Mío Cid”, “El lazarillo de Tormes”, Garcilaso de la Vega, Quevedo, Góngora, Lope de Vega, Calderón de la Barca, Espronceda, Bécquer y un larguísimo etc., desaparecieron por arte de birlibirloque.
Pero el objetivo es claro: al gobernar una sociedad inculta, que carece total y absolutamente de sus referencias históricas y culturales, dicha sociedad será más manipulable, dúctil y maleable
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