En otros tiempos, no muy lejanos, los padres, profesores, vecinos, abuelos y personas mayores en general, eran tratados con consideración, y sobre todo, con respeto.
Eran los derechos humanos, no los de ahora que son para criminales, estafadores, violadores, terroristas, etc, y que tienen como contrapartida los deberes ilimitados de las personas honestas. Estos “derechos humanos” de ahora son los que tienen los jóvenes para burlar, maltratar, vejar, etc, a los profesores en las escuelas, institutos, aulas universitarias y demás.
En estos tiempos vemos las preferencias de los jóvenes, derivadas de los valores que se les transmiten. Así, se les llenan las mochilas de consolas de videojuegos, de reproductores de dvds, de teléfonos móviles, grabadoras, maquillajes, preservativos. droga . . .
La rectitud, la honestidad, la esperanza, la fe, etc, etc, les suena a hueco. No tienen ética, ni respeto, ni moral.
Evidentemente, a España "no la conoce ni la madre que la parió". La "Educación para la ciudadanía" "zapateril", ha servido y sirve para algo.
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