lunes, 13 de marzo de 2017

La Comunidad Económica Europea ( V I I I )


Como decíamos en la anterior entrega, en ésta veremos algo sobre el cristianismo de aquella época romana.


Como ya sabrán, el cristianismo de aquella época romana, en tres siglos, pasó de ser una creencia subversiva dentro del Imperio Romano, a ser uno delos pilares del citado Imperio.

Pablo de Tarso, con sus enseñanzas de la doctrina de Jesús, hizo que el pueblo fuse asimilando dicha doctrina, que fue considerada como una idea moral que anuncia un reino espiritual.

Por otra parte, los derechos civiles fueron sacralizados, lo que produjo que en el siglo I V el cristianismo fue la religión oficial del Imperio.

Esto que estamos comentando, así como otras cosas que hemos visto en las entregas anteriores, explican, en gran parte, las divergencias existentes entre el Oriente y el Occidente europeos. 

Conviene recordar que, a pesar de la invasión de las tribus bárbaras, que desde el siglo I I I acometían las fronteras y los límites del Imperio Romano, llegando éste desaparecer en el año 476, los citados bárbaros, asombrados por la cultura clásica, sintieron gran admiración por ella, lo que les llevó a reconocerla y a asumirla, y con ello el cristianismo, que fue un armonizador y cohesionador de la sociedad.

Como dato curioso, recordar que Europa tiene seis patrones, siendo el primero Benito de Nursia, creador y fundador de la orden de los benedictinos.

A pesar de las divergencias entre el cristianismo occidental y el oriental, divergencias que acabarían en un cisma que se establecería en el siglo X I, hubo un factor que sirvió para cohesionar la Cristiandad: la aparición del Islam.

El monje benedictino inglés Beda el Venerable, ante la presencia islámica, llegó a considerar una Europa que se extendía más allá de lo meramente geográfico: una Europa que se estaba configurando sobre unos cimentos y bases cristianas.

En la próxima entrega, daremos un gran salto y comentaremos algo sobre el “Siglo de las Luces” que, como ya saben, fue el siglo 
X V I I I, denominado así porque se creyó que la razón y la ciencia eran verdades indiscutibles que daría “luz” para conseguir el progreso humano y el “porvenir radiante de la Humanidad”


Continuará.



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