Sí, a esos ecologistas diuréticos
de todo tipo de movimientos, ya sean verdes, rojos o morados, que se ponen
catatónicos cuando se ataca a la naturaleza, al ambiente, al clima, o cuando se
mata a un oso, a un perro, a un urogallo o a un pez, les importa más que
desaparezca uno de estos seres, que
desaparezcan personas por defender sus ideas o por liberarse de sistemas
represivos, opresores o teocráticos.
La castración, la amputación,
la lapidación, la ejecución y otras barbaridades cometidas por estos regímenes
monstruosos, les importa un bledo, dos cominos y tres dídimos
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