Como ya saben, Su Sanchidad habla y habla de “regeneración
democrática”. Tal como están las cosas, creemos que se trata más bien de
degeneración democrática. Vamos a ver en unas entregas algo sobre el tema.
“El pueblo soberano” suela denominar político a todo
aquello que, de manera directa o indirecta, es conexo y afín con temas del
Estado, o con asuntos gubernamentales, ya sean elecciones, asambleas de
partidos, el bien público, etc. Pero, claro, oiga, esto del bien público, según
quien tenga la sartén por el mango, se ve de distintas formas. Veamos.
Como estamos y seguimos en una época “coronavírica”,
es lógico que las personas quieran curar y evitar que el “covid” llegue a sus
familiares, amigos y demás. Evidentemente el Estado tiene que interesarse para
eliminar y combatir esta enfermedad, es decir, emplear una política anti
“coronavírica”.
Sin embargo, habrá, y hay, muchas personas que dan su
voto a los sociatas, para oponerse a otros partidos, ya que les parece más
factible y posible que un gobierno sociata cree entidades, asociaciones,
instituciones, etc, para combatir la
enfermedad. Como ya habrán pensado, estaremos ante un asunto privado, y ante un
interés de carácter político. Obviamente, otras personas votarán a otros
partidos porque creen que van a hacer lo mismo.
Sin embargo, los déspotas, los autócratas, los
tiranos, los agitadores, los psicópatas, etc, que hablan y hablan de progreso y
de otras maravillas, solamente piensan y desean aferrarse al poder como sea,
con el objetivo de su dicha y ventura, creyendo que el Estado es una persona.
Obviamente, el manual del “agit-prop” nada dice de esto y de otras cosas.
El Estado, en su duración y permanencia, está obligado
a hacer caso a muchísimos intereses y
voluntades que le exige la población, y no perder el tiempo en discrepancias,
desacuerdos, contrariedades, disensiones,
antagonismos, etc. Es decir, el Estado tiene que ser el negociador y
mediador entre todos los tipos de interés que emanen del pueblo, al que tanto
se nombra.
A esta patulea que nos desgobierna le viene como
anillo al dedo las frases latinas “Non sciunt aliquid” (“No saben lo que
dicen”), y “Facta, non verba” (“Hechos, no palabras”)
Continuará.
No hay comentarios:
Publicar un comentario