¿No hay que “recuperar la memoria histórica”
“zapateril” y la “democrática” de Su Sanchidad? Pues vayamos a ello.
Como
es sabido, en aquellos tiempos de la II República española Europa presentaba un
panorama nada halagüeño. Así, Francia e Inglaterra, por ejemplo, tenían ya
bastante con sus altercados y follones en sus propias sociedades. Italia, con
su “Duce” Mussolini y su fascismo que, entre otras cosas monstruosas, pretendía
regresar de nuevo a la Roma Imperial, quería por todos los medios ampliar sus
dominios en otros países. La Alemania de Hitler, con su nacionalsocialismo
populista, fanático y asesino, también aspiraba a dominar Europa, lo mismo que
la URSS que, con su dictadura del proletariado, pretendía llevar la revolución
marxista no ya a Europa, sino al mundo entero.
“Llegado el momento en que su permanencia en Madrid podía restarle libertad de movimiento para articular los esfuerzos de toda la España antifascista en servicio de la victoria total y de la propia liberación de Madrid, el Gobierno de la República se ha trasladado a Valencia. Lo ha hecho sacrificando todo a la eficacia y pasando por el trance amargo de alejarse en los momentos decisivos de la heroica población madrileña, que, consciente de su deber, está resuelta a estrangular el ataque enemigo, que ha seguido victoriosa en el día de hoy con decisión firme y sostenido entusiasmo.
Ha querido situarse en condiciones de poder dirigir la voluntad de la España obrera de la República, coordinando los esfuerzos de quienes desde todas las regiones se aprestan a contribuir a la defensa de Madrid y de poder atender a la vez a las otras exigencias de la guerra. Razones de todo orden internacional aconsejan igualmente tal determinación. Saltaba a la vista que lo que se buscaba al centralizar todos los ataques contra Madrid era incomunicar al Gobierno legítimo, y de poder ser, capturarlo a fin de que ciertas maniobras evidentes en favor del reconocimiento de los rebeldes hallase vía libre.
El cambio de residencia del Gobierno no marca en las alteraciones de la guerra una etapa de abandono ni de retroceso, sino, al contrario, un nuevo impulso para la lucha final.
El primer Consejo de Ministros celebrado en Valencia ha sido un Consejo dedicado enteramente a la guerra, y en él se ha adoptado en principio la creación de un organismo que, salido del mismo Gobierno, e integrado por cada una de las tendencias en él representadas acelere la consecución de la victoria.”
Como puede verse, además de cobardes, cínicos y
mentirosos. Y lo que es peor, tal parece que toman al “pueblo soberano” por
idiota.
¡Menudo “vínculo luminoso”!
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