Comentábamos en el artículo anterior, que en éste veríamos algo sobre el embrutecimiento de las masas.
Como ya saben, el comunismo controla, distorsiona y
manipula los “mass-media” manejando todo lo habido y por haber con cuentos,
mentiras, falsedades, engaños, invenciones, trampas, etc, dando al “pueblo
soberano”, de manera subliminal y a lo
zorro, la sensación de seguridad, emborrachándole
con temas y asuntos superficiales, con el objeto de que solamente se preocupe
de sus problemas, provechos e intereses
inmediatos y próximos. Hay que cautivar y captar votos, oiga.
El mentado “pueblo soberano”, en los países comunistas
no se entera de nada, ya que sólo se le informa de lo que diga el partido a
través de la prensa oficial. En estos sitios no hay ni tradición, ni cultura,
sólo adoctrinamiento intencionadamente revolucionario ¿Se acuerdan de lo que
sucedía en la China del criminal y asesino Mao Tse Tung, durante la Revolución
Cultural, nombre éste que sirvió para tapar y camuflar una oleada de asesinatos
cometidos por el “Gran Timonel”? Pues lo vamos a recordar: adolescentes no
tenían ningún inconveniente en dar palizas a sus profesores y maestros,
aporreándoles y golpeándoles hasta que se muriesen. Era la cultura
revolucionaria, oiga.
Y como hay que seguir siendo “revolucionarios”, los
partidos comunistas del mundo occidental, en donde sus jefazos
“nomenklaturizados” viven en suntuosas mansiones, con unos sueldazos
impresionantes, recuerdan constantemente la Comuna parisina y la Revolución
Francesa. Todo lo que huela a revolución e insurrección, se destapa y se
transmite a los cuatro vientos.
En la próxima entrega comentaremos algo sobre la
fragmentación social.
Continuará.
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