Y continuamos con la Memoria Histórica de su “Sanchidad” que, como recordarán, dijo en su día que hoy "honramos muchas vidas anónimas sepultadas bajo una losa de indiferencia imperdonable", llamando a "edificar sobre su recuerdo una memoria democrática compartida".
Es asombroso comprobar el fanatismo de este sujeto que
habla y habla sin un mínimo atisbo de raciocinio. Nos estamos refiriendo al
llevado, traído y manido asunto de la “memoria histórica”, ahora “Memoria
Democrática”, al que vamos a dedicar unas entregas exponiendo comentarios,
citas y frases de libros y de periódicos, que omiten los “historieteros
bienpagaos” de lo políticamente correcto.
Por culpa de su “Sanchidad”, y de otros sujetos, sujetas
y “sujetes”, se está creando en España un ambiente de enfrentamiento y
confrontación por mor del citado asunto, que no traerá nada bueno. A poco que
se piense con un mínimo de lógica, la memoria y la historia no tienen nada que
ver. Y si nos apuramos un poco, hasta se oponen. Si se emplea la memoria con el
único motivo de recordar cosas dolorosas del pasado, caeremos en el círculo
vicioso de que otras personas echen en cara lo mismo que se está recordando,
naciendo, de esta forma, una competencia para ver quién sufrió más: si los
familiares de un bando o los del otro.
A este sujeto le importa más la subjetividad del panel
ideológico que la investigación, investigación que puede demostrar o sacar a la
luz asuntos que estén reñidos o vayan contra esa memoria establecida; y si
también es impotente, por varias razones, de emanciparse de la ideología,
juicios y prejuicios del manual, pues eso, tendremos lo que tenemos: que la
memoria ha sustituido a la historia.
Y no digamos ya nada cuando esta “memoria” pretende
aliarse, fundirse, entremezclarse, e incluso atraerse a la justicia. Entonces
apaga y vámonos, porque lo que sucederá, y de hecho está sucediendo, es que la
justicia trate de justificar la venganza, siendo ésta una de las muchas razones
por la que se creó aquélla. Ni qué decir tiene que esta “memoria” ya no será
rigurosa ni exhaustiva, sino controlada, parcial y manipulada.
Pero, claro, estos sujetos, sólo “recuperan” lo que
les interesa, ya que diez años antes este mismo ayuntamiento, regido también
por otro socialista, rechazó la invitación del ministro de entonces para
asistir a la beatificación de los frailes vilmente asesinados en Turón (pueblo
del concejo de Mieres) por socialistas y comunistas. La disculpa para no
asistir al acto fue la de que “consideraban
superados los hechos”
Tampoco “recuperan” que en San Andrés de Turón,
socialistas y comunistas desfilaban diciendo “Un, dos, tres, no queremos curas en San Andrés”, o “Un, dos, tres, cuatro y cinco, no queremos
ni curas ni catecismo”.
Tampoco dicen nada de que la madre del que estas
líneas escribe, que estaba de maestra en una escuela pública de Turón en 1934,
dando clase a los hijos de los mineros, lo mismo que hacían los hermanos de la
Doctrina Cristiana asesinados, tuvo que salir por pies de allí por sus
convicciones religiosas.
En fin, si lo que se pretende es recordar el pasado
para mantenerlo permanente y constantemente actual, omitiendo y mintiendo, no
habrá más que enfrentamientos y discrepancias absurdas.
Nota.- La fotografía es de los citados hermanos asesinados
de la Doctrina Cristiana, junto a un padre pasionista.
Continuará.
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