Como decíamos en anteriores entregas, seguiremos viendo personajes indignos, indignas e “indignes”, con sus nombres puestos en calles, plazas, monumentos, estatuas, “adopciones”, etc, personajes tales como Santiago Carrillo, La Pasionaria, Indalecio Prieto, Largo Caballero, Juan Negrín, Rafael Alberti, Luis Companys, Margarita Nelken, o grupos de personas como Las Trece Rosas, o las Brigadas Internacionales. Recomendamos leer los comentarios insertados en este blog sobre los libros reseñados en el primer artículo.
Hoy veremos algo sobre la musa de socialistas y
comunistas Margarita Nelken Mansberger, descendiente de joyeros judíos, perteneciente
primero al PSOE, cambiando la chaqueta posteriormente al PCE en noviembre de
1936, partido del que fue expulsada en octubre de 1942.
Su pasión por la Unión Soviética, en donde estuvo
refugiada, llegó a extremos incalificables. Así, en un discurso en las Cortes
dijo:
“Queremos una revolución, pero
no es la Revolución Rusa la que nos puede servir de modelo, pues lo que necesitamos
son llamas gigantescas que se puedan ver desde el mundo entero y olas de sangre
que tiñan las paredes de rojo”. (“La
república del crimen”, autor Francisco Gutiérrez Latorre, Editorial Mare
Nostrum, Barcelona 1989, página 6)
El anarquista Juan García Oliver, nada sospechoso de fascista, ministro de
Justicia de noviembre de 1936 a mayo de 1937, escribió un libro
intitulado “El eco de los pasos”, Editorial Ruedo Ibérico,
Barcelona 1978, 650 páginas. En la 346 nos habla Oliver sobre lo que
ocurría en Madrid con “los grupos de ejecución que capitaneaba
Margarita Nelken”.
En la página 464, comenta el autor “las
muertes violentas por ‘paseos’ y las que se cometían en las checas” . . . “En
fin, las actividades de Margarita Nelken y sus jóvenes socialistas unificados
en Madrid”.
Aparte de los libros citados, comentados en este blog, también aparece la
catadura moral de esta musa en las obras “Unión Soviética, comunismo y
revolución en España (1931-1939). Así fue la historia rescatada”,
autor Stanley G. Payne, Editorial Plaza Janés 2003, 478 páginas; “¿Por qué
fracasó la II República? Historia documentada de sus errores”, autor
José Antonio Navarro Gisbert, Ediciones αltera S.L., 2005, 689
páginas, prologado por Stanley G. Payne y epilogado por Ángel Maestro; “España
en llamas 1936”, Ediciones Acervo, autor Bernardo Gil Mugarza; “Los orígenes de
la Guerra Civil Española”, autor Pío Moa, Ediciones Encuentro, y “A
orillas del Sena, un español”, escrito por el excomunista Carlos Semprún Maura,
editado por Hoja Perenne, 2006, 217 páginas, libros estos también comentados en
este blog.
Por otra parte, tuvo una vida sentimental afligida, lo que
ocasionaría un odio descomunal al hombre, hoy llamado “feminismo”. También
odiaba a las mujeres virtuosas, pudorosas y honestas, a las que señalaba para
exterminarlas calificándolas de alimañas:
“A las alimañas se
las aplasta por eso: porque son alimañas. Y a las fieras dañinas para el
hombre, el hombre consciente debe suprimirlas para salvaguardia de la
humanidad. Allí las tenéis, camaradas. Allí habréis de encontrarlas”.
Y terminamos con una poesía de José María Pemán
dedicada a ella:
“Y aquella tarde,
contra las luces del crepúsculo sangriento,
una walkiria rubia, desmelenada al viento,
llena los aires de rencor: “Las piedras
del Alcázar -les grita- serán lechos
para nuestras mujeres y nuestros milicianos”.
Y las uñas sangrantes de sus manos
repintadas profanan la serena
tarde y la dulce sagra de abejas de oro llena.
¡Ay, maldita, maldita
Tú, la hebrea, la del hijo sin padre:
Margarita!
¡Nombre de flor y espíritu de hiena!”
Continuará.
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