Comentábamos en el artículo anterior, que en éste veríamos
algo sobre la desintegración y desmayo de
nuestra sociedad, el deterioro y desgaste de la iglesia, y la descomposición y desintegración
de la familia.
No cabe duda de que los líderes
del comunismo fueron Marx, Lenin, Mao, Gramsci y varios más quienes, para
corromper y socavar las sociedades, se inmiscuyeron solapada y subliminalmente en
los espacios y entornos comerciales, sociales, financieros, religiosos,
académicos e incluso deportivos.
El principal pilar del
comunismo es el odio a la religión cristiana. Para infiltrarse en este terreno
inventaron aquello de la “Teología de la liberación” ( I ) que,
entre otras cosas, pretendía, y pretende, introducir la ideología marxista en el terreno religioso. Conocimos
personalmente varios sujetos que se dedicaban a esto.
En el terreno social,
concretamente en el familiar, la cosa ya sabemos cómo está: se ataca y se
embiste con toda fuerza a la familia, utilizando y empleando el machismo, el
feminismo, lo del “patriarcado”, la legitimación y legalización del
homosexualismo, aborto, etc, etc. Hay que destruir la familia como sea.
Como ya se sabe, a pesar de su
rotundo fracaso, el comunismo pretendía un gobierno global. Para conseguir
esto, amenazaba subliminalmente y a lo zorro, a los líderes y jefes de estado
que se oponían a sus directrices, creando entre la gente inseguridad, amén de
producir, confeccionar y fabricar guerras, revueltas, conflictos, disturbios, enfrentamientos,
etc, por doquier. De esto supimos los españoles mucho durante la I I República,
que precisamente fue mangoneada y manipulada por la URSS, terminando en lo que
terminó.
( I ).- Sobre este tema comentaremos algo próximamente.
En la próxima entrega veremos
algo sobre las guerras y la revolución, y movimientos sociales.
Continuará.
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