Como ya sabrán, hace unos días el presidente de
Ucrania Volodímir Zelenski, se “acordó” del bombardeo del pueblo español de
Guernica por los nazis, diciendo que “Estamos en abril de 2022, pero parece
abril de 1937 en Guernica”. La verdad es que este “recuerdo” nos huele a
zurrón de peregrino ¿Quién le dijo esto? Sospechamos que estarán pensando lo
mismo que nosotros. Y nos huele a zurrón de peregrino por lo siguiente que
vamos a comentar someramente.
Es raro que a Volodímir no se haya acordado de la
terrible masacre, como la que está sufriendo actualmente su pueblo, propiciada
por los rojo-republicanos de la Segunda República Española, sobre el pueblo
cordobés de Cabra, no acordándose tampoco de los bombardeos sobre Oviedo,
cometidos por los mismos. Recuperemos la “memoria democrática”, oiga.
El 7 de noviembre, pero de
1938, dicho pueblo cordobés de Cabra, se despertó aterrorizado al ver a tres
aviones fabricados en la URSS, modelo “Tupoliev SB-2”, más conocidos por los
“Katiuska”, como soltaban unas docenas de bombas sobre la indefensa población,
provocando la muerte de 86 personas, a la vez que producían heridas a 117,
entre ellas ancianos y niños.
Parte de Guerra 9 de
noviembre de 1938.
“La aviación roja, huyendo de los encuentros aéreos que tantas pérdidas les
cuestan y alejándose de todo objetivo militar, lleva varios días dedicada a
batir pueblos civiles de la zona nacional, lo más alejado posible de las
actividades militares y desde los que les es fácil la huida. Hoy correspondió
la cobarde e inhumana agresión al pueblo de Cabra, en donde, en la madrugada,
nueve aviones rojos han sorprendido a la población civil bombardeándola y
causando 86 muertos y 117 heridos, en su totalidad personas civiles y en gran
número mujeres y niños”. (Periódico “El Sol de Antequera” de fecha 13
de noviembre de 1938)
Parece que las vidas, o mejor dicho, las muertes de las personas de Guernica
tienen más importancia que las de Cabra. Para eso está la “memoria histórica”,
oiga, que pretende escribir otra historia de nuestro pasado reciente
volviendo al manido tema de buenos y malos, y enzarzando de nuevo a los
españoles.
Conviene recordar que los rojo-republicanos fueron los primeros en bombardear
ciudades. En el mes de julio de 1.936, Córdoba, Zaragoza, Sevilla, etc, ya
sabían lo que eran las bombas lanzadas desde el aire. Pero, claro, los
nacionales no tuvieron al comunista Picasso que “inmortalizase” el bombardeo de
Cabra.
Abundando en el mismo tema, el 2 de abril de 1.987 publicaba el diario ABC una
carta de Angel Palomino, autor de “Torremolinos Gran Hotel”, “Madrid
Costa Fleming”, “Memorias de un intelectual anti-franquista”, “Zamora y
Gomorra”, etc., que decía lo siguiente:
“OVIEDO-GUERNICA-Señor Director, manifiesto mi adhesión a la serena y
razonable carta (….) El ataque aéreo a cualquier ciudad es un horror de la
guerra. Oviedo lo padeció 130 veces, sólo diez fueron contra objetivos
militares; 120 contra la población civil. La ciudad quedó destruida (…).
Añádase el diario bombardeo de la artillería. Picasso no se enteró, de haberlo
sabido, quizá hubiese titulado su cuadro “Oviedo”, y hoy no estaría tan
disputado”.
Buen dato para recuperar la “memoria histórica”. Y recordar que sobre Oviedo
cayeron más de 10.000 bombas de los ataques aéreos.
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