Como ya saben, en el mundo Occidental que nos ha
tocado vivir siempre se defendió, y se defiende, la libertad, aunque en muchas
ocasiones hubo caídas, altibajos, errores, faltas, descuidos, etc. Dicha
libertad es la que llevó a la Humanidad a la misericordia, a la tolerancia, a
la bondad, a la justicia, a la rectitud, a la compasión, a la comprensión, al
perdón, a la esperanza, etc, siendo también este mundo Occidental el asilo, el
cobijo y el albergue de las personas que la habían perdido.
Pero resulta que en estos momentos en esta desguazada
España (se podrían poner calificativos más contundentes), el tema de la
libertad no interesa, o mejor dicho, se impone una “libertad” basada en otros
principios que nada tienen que ver con los expuestos. Vamos a ver algo sobre
esto.
Para empezar, diremos que la enseñanza es puro
adoctrinamiento como en todo país totalitario de carácter político o teocrático,
en donde la educación no es ni más ni menos que una total propaganda y
proselitismo del régimen, por mucho que hablen de democracia, a la que han
convertido en una auténtica opresión tiránica de la mayoría dirigida como una
gran marioneta ¿Dónde está el respeto al pluralismo, del que también hablan
cuando les interesa? Obviamente, para conseguir este adiestramiento se emplean
todo tipo de logomaquias, populismos, demagogias, calambures, etc.
Como recordarán, hace unos días su “Sanchidad” pidió “unidad
y patriotismo” ¿Acaso su partido y sus socios comunistas separatistas
respetan el Artículo 2º de nuestra Constitución que dice que “La
Constitución se fundamente en la indisoluble unidad de la Nación Española,
patria común e indivisible de todos los españoles . . .”?
¿Respeta también el “sanchismo” el Artículo 14, que
dice “Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer
discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión, o
cualquier otra condición o circunstancia personal o social” ¿Acaso dicho
“sanchismo” no persigue todo lo que huela a religión, a la cristiana, claro,
sin decir ni pío sobre las otras, que ahorcan a personas homosexuales, o
lapidan a mujeres adúlteras?
Por otra parte, si un español del sitio que sea tiene
derecho y exige que se le enseñe en nuestro idioma, ¿le sucede lo mismo a un
español residente en “Catalonia”? La respuesta ya se sabe cuál es.
¿Respetan, asimismo, el Artículo 20.1 de la
Constitución que habla de “De los derechos fundamentales y de las libertades
públicas”, y lo que dice la Sección C sobre “La libertad de cátedra”?
¿Y del respeto al derecho a la vida de las personas
con la implantación del aborto y de la eutanasia?
¿Respetan también a los “inmortales” de la Real
Academia de la Lengua, cuando hablan del lenguaje inclusivo? Como recordarán,
hace relativamente poco tiempo Yolanda Díaz, con motivo de la inauguración de
un congreso de CCOO, habló de autoridades y “autoridadas”, hablando
recientemente de docentes y “docentas”, así como también su “Sanchidad” habló
en su día de soldados y “soldadas”. Pinchen en el siguiente enlace de YouTube
para oírlo:
Pedro
Sánchea agradece a los soldados y "soldadas" su trabajo
Podríamos decirle al doctor Sancheznstein y a su “complexo”,
que la enseñanza y acontecimientos de tiempos pasados, no se comunican ni se
transfieren de forma mecánica y automática a las nuevas generaciones. Sin
verdaderas investigaciones, informaciones, debates, amén de revisiones también
verdaderas, las lecciones y experiencias de dichos tiempos pasados, se transforman
en una serie de recuentos y estadísticas de lo más inoportuno y pesado.
En fin, no seguimos porque haríamos el asunto un poco
pesado. Visto lo visto, y más cosas, vamos al abismo otra vez.
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