miércoles, 23 de octubre de 2024

“Un coronel llamado Segismundo” ( y V I )


 

El título completo del libro es “Un coronel llamado Segismundo. Mentiras y misterios de la guerra de Stalin en España”,  autor Francisco Félix Montiel, Editorial Criterio-Libros 1998, 235 páginas incluido Índice onomástico.

Y terminamos con este magnífico libro escrito por el ex comunista Francisco Félix Montiel.

Como decíamos n la anterior entrega, en ésta y última veremos lo que el comunista Jesús Hernández decía sobre la “troika” formada Togliatti, Stepanov  y Pasionaria. En la página 193 y siguientes, se lee:

“Pasionaria asumía la secretaría general del partido, formando con Togliatti y Stepanov la troika de la dirección. Esta troika fue la que decidió que lo prudente era ‘esperar’ a que estallara al sublevación casadista en vez de tomar medidas para hacerla abortar. Esta troika es la que guardó en secreto sus decisiones organizativas contra la conspiración no sólo ante el pueblo y el ejército, si o también ante los demás miembros del buró político, cuando menos ante Martínez Cartón y Hernández, los dos camaradas que, por estar en el ejército, podían haber contribuido más eficazmente a tomar aquellas medidas preventivas que impidieran la sublevación o el éxito del golpe que se gestaba”.

Y continúa Hernández:

“La troika alejó de Madrid a todos los mandos y comisarios (Líster, Modesto, Tagüeña, Vega, Castro, etc) que por su prestigio y capacidad política y miliar eran los hombres que podían asegurar eficazmente la dirección de la lucha contra la sublevación. La troika decidió a su vez abandonar Madrid  y retirarse a Elda, junto al aeródromo de Monóvar donde tenían los aviones preparados para huir de España. La troika pensaba en la fuga antes de que se produjera la sublevación, pues había enviado a Pedro Checa al sur del país a organizar la evacuación por mar al extranjero, en previsión de que no pudieran utilizarse los aviones. La troika llamó a todos los mandos y comisarios de mayor prestigio a Elda y los retuvo allí inactivos hasta el momento en que se produjo la sublevación, y les ordenó salir de España en vez de utilizarlos en la lucha contra la Junta de Casado”.

Y sigue Hernández:

“La troika sabía que en aquellos momentos los comunistas de Madrid luchaban en las calles contra las fuerzas casadistas; sabía la propuesta que en mi nombre les había hecho Larrañaga; sabía que tenía a su disposición, sin contar las unidades del frente, doce o catorce divisiones que se encontraban fuera de línea y cuyos mandos y comisarios eran en su casi totalidad miembros del partido. La troika sabía que contaba con la casi totalidad de la aviación de caza y bombardeo; que tenía una columna de tanques y el XIV Cuerpo de Guerrilleros a cuyo frente se hallaban mandos comunistas. La troika sabía que todas esas enormes fuerzas se hubieran movilizado sin vacilación alguna a las órdenes del partido, y que la sublevación casadista hubiera sido sofocada en el término de unas horas. Y la troika decide que ‘nada se puede hacer’ y se fuga de España”

Después se hace una crítica de las mentiras y falsedades que escribe Pasionaria sobre este asunto en su libro “El único camino”.

En la página 227, termina Francisco Félix Montiel:

“Pude salir de España, como un fantasma que el partido pescó en aquella tormenta quizás como una cosa susceptible de ser utilizada. No me di cuenta del servicio que se esperaba de mí, hasta que llegué a Francia. Entonces me llamaron a una reunión con los grandes jerarcas. Me felicitaron por mi participación en las jornadas madrileñas. Me llenaron de halagos. ‘Hemos pensado – me dijeron – que podía ser aprovechada políticamente (puesto que la prensa internacional ha hablado de ti una declaración tuya poniendo de relieve la firmeza del partido en la política de ‘resistencia’, y su lucha contra la Junta de Casado’. No sé qué me pasó. Me levanté y les dije que tenía que pensarlo. Más tarde, cuando me llamaron de nuevo, les eché en cara todo lo yo sabía y todo lo que adivinaba, y les dije que conmigo no podrían contar para ponerle dorados a esa nueva mentira. El resto es historia conocida. Mi ruptura con el partido y mi campaña contra la estafa soviética durante tantas decenas de años”.

Recomendamos leer el libro, sobre el que los de la internacional de la mentira, del odio y del terror no dicen ni mu, como tampoco lo dirá Su Sanchidad por aquello del “vínculo luminoso”.



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