Como decíamos en el anterior artículo, en éste veremos
someramente los problemas que se plantean en la vida común.
Toda sociedad normalmente constituida está formada por
personas con diferentes temperamentos, capacidades, caracteres, gustos,
costumbres, etc, haciendo todo esto que cada uno quiera vivir a su manera. Esto
puede ocasionar, y de hecho ocasiona, distintas inclinaciones y vocaciones que,
si son reprimidas o se intentan cambiar producirán, entre otras cosas,
desequilibrios sociales que pueden traer malas consecuencias para la sociedad.
Quizá el primer problema que se presenta es el de
organizar estos distintos tipos de personas con el objeto de que cada una haga
lo que más convenga a la sociedad, pero respetando sus propias inclinaciones, a
la vez realizando sus funciones propias de sus aptitudes y vocaciones.
Este problema de organización de personas diversas, ya
se presenta en la base, es decir, en la familia y también en la escuela. Por
tanto, el trabajo educativo de padres y enseñantes, tiene que tener esto muy en
cuenta.
En otras situaciones sociales más grandes, como puedan
ser las ciudades, municipios, regiones o naciones, el problema se complica
porque, además de poner a cada persona en su sitio adecuado para el beneficio
público, surgirán comportamientos delictivos y antisociales que habrá que
corregir.
Estas personas antisociales son, en general, poco
dadas a la actividad, además de no adaptarse a ningún tipo de control, y de no
querer realizar ningún trabajo ni esfuerzo que la sociedad exige a todos,
suelen ser rebeldes, insolidarias, anárquicas, violentas y exigentes. La
incorporación de este tipo de personas a la sociedad, tal como están los
tiempos y las leyes hoy en España, es
prácticamente imposible.
Hay una cosa que, salvo en raras excepciones, no se
hace: es la de hacer pruebas de aptitud, además de valorar carácter, capacidad y esfuerzo,
antes de elegir una profesión. Esto se ve claramente en la casta
política, que está compuesta por verdaderos badulaques, ágrafos, belitres, cenutrios, etc, etc. Así nos luce el
pelo.
Otro problema es el de organizar y armonizar los
distintos intereses, modos de pensar, puntos de vista, etc, de las distintas
personas que componen la sociedad. Esto lo veremos en el próximo artículo.
Continuará.
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