El título completo del libro es “Un coronel llamado Segismundo. Mentiras y misterios de la guerra de
Stalin en España”, autor Francisco
Félix Montiel, Editorial Criterio-Libros 1998, 235 páginas incluido Índice
onomástico.
Y continuamos con este magnífico libro del ex
comunista Francisco Félix Montiel.
Sobre la falsedad, engaños y mentiras del PCE en
aquella época, continúa Montiel en la página 189:
“En
Madrid quedó un miembro de segunda categoría del politburó, el camarada
Diéguez, con instrucciones confidenciales de ‘dejar hacer’ a Casado. Cuando fui a decirle que tenía noticias
seguras y algunas pruebas reveladoras de que la acción del coronel iba a
producirse ya, de un momento a otro, le pregunté qué tenía preparado el partido
para hacer abortar aquel engendro. Me insistió en que era necesario ‘esperar’ “¿Esperar; qué otra cosa?’, le repliqué. ‘Hay que dejar que Casado se subleve. Son las instrucciones que tengo
de los camaradas’, me dijo por toda explicación “Y entonces, una vez estallado el golpe?”, me creí obligado a
preguntarle aún: “Todas las medidas
están tomadas para aplastar el golpe en unas horas”. Ya sabemos que era
mentira; pero esa fue su respuesta”.
Una vez huida a Elda la cúpula del PCE, dice la
Pasionaria en sus “Memorias” : ‘Hemos
sido derrotados’. No es verdad. No
había derrota en Madrid. Y no la había en parte alguna, si se movían las
unidades militares que en superioridad manifiesta comandaban guerreros
comunistas.
Las
tres palabras de Pasionaria son una mentira absoluta. Pero está en ellas la
clave de la coartada que el partido comunista necesitaba. “Hay que salir de España” , escribe también Dolores Ibarruri. Era
el complemento de la misma clave. Se producen otros complementos en literatura
de falso derrotismo. Literatura que hace reír repasándola ahora. Son de risa
los trozos de discursos o de memorias o de libros que pretenden ‘describir’ aquellos episodios finales.
‘La situación por momentos se hace más
peligrosa en Elda”, añade la legendaria Dolores, pretendiendo marcarse un
gesto numantino: “los camaradas deciden
que yo salga de España. Me resisto. Expongo mis razones. No sirven de nada mis
argumentos. La dirección del partido ha decidido que marche, y debo marchar”.
En la página 193 continúa Montiel:
“Todo
esto podría considerarse más o menos realista, si el espacio donde estaban y
las condicione no hubieran sido el resultado de una decisión voluntaria. El
escenario de una comedia perfectamente estudiada. Todo esto podría creerse si
la resistencia madrileña no hubiera estado demostrando al mismo tiempo que la
huida no era el único ni el mejor camino; y que las fuerzas contrarias a la
Junta más allá de Madrid podían ganarle la batalla a Casado; que se podían
buscar y encontrar otras soluciones sin huir de España. Por lo demás, el
entonces miembro del buró político Jesús Hernández, pone al descubierto lo que
había de falsedad en los cuentos de miedo y en las fábulas de ratoneras para
cazar ministros y dirigentes comunistas”.
En el próximo y último capítulo veremos lo que Jesús
Hernández dice sobre la “troika” formada
Togliatti, Stepanov y Pasionaria.
Recomendamos leer este magnífico libro para ver el “vínculo
luminoso”.
Continuará.
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