¿No hay que “recuperar la memoria histórica”
“zapateril” y la “democrática” de Su Sanchidad? Pues vayamos a ello.
El puño en alto.
En su día se abrió una pequeña polémica sobre el puño
en alto. Así, Esperanza Aguirre, antigua militante de izquierdas, dijo que “el puño en alto es un gesto amenazante de
ideologías totalitarias”. Hubo diversas contestaciones a esta afirmación de
Aguirre: desde la ridícula y estúpida del desnortado Rajoy “mientras no me lo estampen en la cara. . . me da igual”, pasando
por la no menos ridícula de Rubalcaba “no
es lo mismo que el saludo fascista”. Hubo otras contestaciones que no
contienen más que mentiras.
Para saber de verdad lo que significa el puño en alto,
echemos un vistazo al periódico socialista “Renovación”.
Someramente diremos que fue fundado en febrero de 1907. En 1935, y con motivo
de la fracasada revolución de octubre,
publicó un manifiesto intitulado “Octubre:
segunda etapa”, en donde se ve la verdadera cara del socialismo y su
radicalización. En el número del 28 de julio de 1.934 se puede leer:
“¡Arriba el puño, jóvenes camaradas! El Estado
burgués se aterra de su energía y quiere prohibir que nuestros brazos en alto
tracen una línea rebelde sobre España ¡Arriba el puño! En nuestras manos
cerradas, que se alzan a compás, va el anatema contra el capitalismo, contra el
Gobierno, contra la República burguesa. Van nuestros afanes revolucionarios.
Nuestras ansias de luchas. Nuestro ardor de combate. El puño es símbolo de
fuerza creciente, y sus músculos respaldan la energía con que cogerá el
proletariado revolucionario las culatas de los fusiles para acabar con toda
esta podredumbre que ahoga a España. Nuestro puño es nuestra fortaleza. Vean
cómo penden de él todos los fantoches que aliente el Estado burgués: clérigos,
terratenientes, fascistas, monárquicos. A una se conciertan para abatirlo. Les
duele en los ojos, en la carne y en el alma. Y mandan a su lacayo que acabe con
esta visión. Salazar Alonso, perro sucio de la burguesía, manda y ordena a sus
secuaces que nos impidan alzar el puño, anatematizar a la sociedad burguesa con
el brazo tenso. No importa. Jóvenes socialistas, el puño en alto: ¡Frente a la
burguesía! ¡Frente al Gobierno! ¡Por la revolución!”.
Preferimos no hacer comentario sobre este párrafo.
Creemos que se comenta por sí solo.
¿Es esta la República por la que lloran muchos? ¿Dónde
están la democracia, el respeto, el orden y la libertad? Aquí sólo se ven odio e inquina, como
siempre.
¿Figurará esto en la “memoria democrática” de “Su
Sanchidad” y de Sor Yolanda? ¿Es este el “vínculo luminoso”?
Continuará.
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