El castellano y el bable

 Como ya saben, hemos escrito varias veces sobre el tema del castellano y el bable. Y seguimos porque el asunto sigue en el “candelabro”.

Seguro que recordarán lo que en su día comentaban los izquierdistas asturianos sobre el rechazo al uso del bable como lengua oficial, diciendo que tal rechazo era como rechazar el aborto. Sin comentarios.

En su día hubo una manifestación a favor de la instauración del bable asturiano como lengua oficial, manifestación auspiciada, apoyada y favorecida por el PSOE, PODEMOS, Izquierda Unida, amén de grupos nacionalistas. En realidad, lo que se pretende y se defiende subliminalmente es usar el asunto del bable como un artilugio ideológico que hace, y hará, que el “pueblo soberano” tenga que pagar este proyecto que persigue objetivos y fines políticos. No se entiende muy bien cómo nuestro idioma castellano, una de las lenguas más usadas y habladas en el mundo, sea tan perseguida en España, cuando nuestro idioma es una herramienta que nos une.

En su día, “El Coleta” Pablo Iglesias decía que todos debemos aprender las “lenguas existentes”. Si esto es así, ¿por qué este sujeto habla en castellano esté donde esté? Siguiendo su lógica “jaimitera” cuando vaya por Cataluña, Vascongadas, Galicia, Andalucía, Valencia y por aquí, es decir, por Asturias, tendrá que aprender las “lenguas existentes”. Cuando esté en nuestra tierra asturiana, le recomendamos que use el bable, hablando de “buyetes”, “gaxapu”, “amosar”, “amurniar”, “engurriar”, “abeyones”, “afayaizu”, “rebusquinos”, “aferruñar”, “argayu”, “banduyu”, “cascoxu”, “encuxáu” etc, etc.

¡Ah!, recomendamos a este sujeto que cuando venga por aquí por Asturias a dar algún mitin, se quite el “mosquiteru”, es decir, la mascarilla.