Ver, leer, oír y no callar ( X L I V ).

 Como hay que “recuperar la memoria histórica”, vamos a hacerlo, pero recuperando la historia reciente.

 ¿Se acuerdan cuando ZP “el rojo”, gran timonel él, y su “responsable” de economía anunciaron aquello de que la subida de impuestos sólo afectaría a los más ricos? ¿Se acuerdan, asimismo, cuando la “cupista”  (entiéndase por mujer de cupo) Elena Salgado, anunció también  que la tributación del 1 por ciento de la SICAV, Sociedad de Inversión de Capital Variable, es decir, sociedades que usan los potentados para obtener beneficios fiscales, no se iba a tocar? Decía esta ínclita “sujeta” que “el capital se va a la velocidad de la luz”, queriendo decir con esto que si se toca este porcentaje el dinero volaría a otros países. La mentira y el engaño no podían ser más grandes, aunque claro, y como siempre, el “pueblo soberano” no se entera. Además, ¿no sois rojos, defensores de la clase trabajadora, anticapitalistas y no se sabe cuántas cosas más? ¿Cómo se permitió esto? ¿Y qué dijeron e hicieron los aristócratas sindicales? Pues sencillamente nada . . . aunque, claro, oiga, si estas “medidas” las hubiese tomado otro gobierno, saldrían a la calle como turbinas.

En fin, lo de siempre: la clase trabajadora siguió pagando los desmanes económicos de aquel nefasto gobierno “zapateril”, que para lo único que valía era para derrochar.
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Por otra parte, presumían que tenían claro quiénes eran los culpables de todo. Si es así, ¿cómo es que no se solucionó nada, gobernantes del tres al cuarto y aristócratas sindicaleros, echados en brazos del Iluminado de la Monkloa? No resolvieron nada porque los problemas actuales requieren soluciones actuales, y no las decimonónicas y demagógicas de siempre.
                        
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No se solucionan los problemas económicos con subsidios. Esto es un problema que nos llevó en su día al furgón de cola de Europa ¿Cómo es posible que no se hayan pedido responsabilidades a toda esta camarilla zapateril que, además, aún anda por ahí sacando pecho?

 Continuará.